La imagen de Nuestra Señora del Rocío ha vuelto a su ermita alrededor de las 11:50 horas tras más de ocho horas de procesión a hombros de los almonteños por la aldea, un paseo «modélico» cuyo fin ha dado paso al inicio de la vuelta a sus lugares de origen de las 110 hermandades filiales.
La procesión comenzó a las 3:28 horas, instante en el que los almonteños saltaron la reja del interior del Santuario, dejando este año estampas inusuales desde hacía décadas, debido a la organización, el orden y la calma con el que se desarrollaron los instantes previos y posteriores a ese momento.
Concretamente, en esta ocasión los almonteños apostados en la reja no protagonizaron los habituales intentos de salto, sino que esperaron pacientes al regreso del Simpecado de la Hermandad Matriz de Almonte del rezo del Santo Rosario, acto previo a la romería.
Además, un cordón de vecinos de Almonte, que se distinguían del resto por portar camisas blancas, en vez de las habituales color verde, permitieron que el Simpecado entrara en la ermita y alcanzara el altar, posicionándose enfrente de la Virgen que este año, en virtud de estas circunstancias especiales de organización, ha podido salir a hombros de los almonteños directamente desde el presbiterio en menos de cinco minutos.
Todas estas medidas son el resultado de un año de preparativos después de que en la Romería de 2011 se tuviera que suspender la procesión de la Virgen unas cinco horas antes de lo habitual debido a la rotura de uno de los varales del paso que ha sufrido una reforma estructural para este año impidiendo que muchas filiales pudieran recibir la visita de la imagen.
La procesión se ha desarrollado sin incidentes destacables, la Virgen del Rocío ha regresado a su ermita en torno a las 11:50 horas y unos minutos más tarde ha sido ha sido colocada de nuevo en el presbiterio.
En la procesión se han repetido los momentos de emoción, satisfacción y alegría reflejada en las caras de los romeros que, a su paso, le tocaban palmas, la vitoreaban y le trasladaban sus peticiones y plegarias, especialmente al paso por cada una de las 110 hermandades filiales, con el saludo a sus simpecados.
Durante el recorrido se han vuelto a ver «los vuelos» de los niños a manos de los costaleros para ser acercados lo más posible para que puedan tocar el manto de la Virgen.
Una vez concluida la procesión, las hermandades han comenzado a abandonar la aldea para realizar el regreso por las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz, algo que en lo largo de la jornada de este lunes realizan unas 40 corporaciones, y el resto regresarán este martes.
Estrella Digital/EFE