El pasado jueves 24 de mayo, Mercedes Milá mostró en la gala los porcentajes ciegos de los finalistas de Gran Hermano 12+1. Pero las cifras no cuadraban porque sumaban un total de 104%. Las críticas y los rumores no tardaron en extenderse por la red.
Las redes han ardido este fin de semana cuestionando la legalidad de los responsables del reality. La palabra «estafa» es la más pronunciada por los internautas, que creen que las llamadas y los SMS son un tongo que sirven únicamente para llenar las arcas de la cadena y de la productora Zeppelin.
A raíz de las duras recriminaciones que han inundado la red, el programa no dudó en invitar a la final del programa al notario responsable de la legitimación de los resultados, para así poder despejar dudas y limpiar la imagen del reality.
Además, Gran Hermano no terminó ayer con la proclamación de Pepe Flores como ganador. Los concursantes volverán a reunirse en la casa el próximo miércoles para cerrar temas pendientes.
Redacción Estrella Digital