Todo sucedió muy rápido y de manera inesperada. La madrugada del 24 de junio del año 2009 fue el fin del rey del pop. El mundo entero se sobresaltó con la noticia, “Michael Jackson ha muerto”. Nadie se lo podía creer pero cuando la información se confirmó las reacciones fueron diversas. Los fans lloraron su muerte y el resto del mundo, como poco, se asombró ante lo sucedido.
Todo comenzó con una llamada efectuada a las 12.26 minuto hora californiana (21.26 en la península española). Una ambulancia se desplazó hasta el domicilio del cantante.
El equipo médico desplazado a la mansión, en el exclusivo barrio de Bel Air de Los Angeles, intentó reanimar al cantante antes de su traslado de urgencia. La estrella del pop llegó al hospital universitario UCLA en estado de coma profundo y minutos después los médicos certificaron su muerte.
El director de logística de Michael Jackson, Alberto Álvarez, describió años más tarde la dramática escena que vivió en la habitación del cantante en sus últimos momentos, cuando la hija del músico, Paris, gritaba llorosa y el médico recogía restos de fármacos.
El testigo explicó que vio a Jackson tumbado sobre una cama boca arriba con la cabeza mirando hacia la puerta, los ojos y la boca abierta.
Jackson sólo tenía 50 años y parecía no sufrir ninguna enfermedad que pudiera prever su trágico final. El cantante falleció a causa de un paro cardiaco.
A pesar de que el rey del pop había tenido algunos problemas de salud a lo largo de su vida y mucho se había hablado de su fragilidad, nada apuntaba a una muerte tan repentina.
Los fans del ídolo del pop mostraron su pesar por la desaparición del mito y crearon verdaderos altares alrededor de su mansión de Beverly Hills, el rancho de Neverland y a las puertas del hospital donde se certificó su muerte.
Numerosas celebrities y cantantes se sumaron al pesar de la familia y los fans y destacaron la gran pérdida que suponía para el mundo de la música. Arnold Schwarzenegger, Madonna, Quincy Jones, Liz Taylor, Donna Summer, Cher, y otros tantos manifestaron su dolor por lo sucedido al rey del pop.
Más tarde se supo, que la muerte de Michael Jackson fue un «homicidio», provocado esencialmente por «una intoxicación del anestésico propofol», según anunció el Instituto Forense de Los Ángeles.
Debido a esta conclusión, su médico personal, Conrad Murray fue declarado culpable de homicidio imprudente y condenado a 4 años de cárcel. Según la sentencia, el facultativo violó todos los códigos de la ética médica y quebró la confianza entre paciente y médico al administrarle una potente dosis del narcótico conocido como Propofol, cuyo destino último es el uso como anestésico en los quirófanos.
Ahora Murray se encuentra en una cárcel de Los Ángeles cumpliendo su pena.
El cantante dejó tres hijos, Michael Joseph Jackson Jr., Paris Michael Katherine Jackson y Prince «Blanket» Michael Jackson II.