A sus 72 años de edad, Concha Velasco disfruta de una madurez plena llena de proyectos profesionales y feliz junto a sus dos hijos y su nieto. Pese a sus desavenencias, la artista reconoce el amor que ha sentido por Paco Marsó y ha manifestado que no volverá a enamorarse porque «los señores de mi edad no me gustan».
Este año, la actriz vallisoletana ha recibido el premio «Toda una vida» de la Unión de Actores. Con más de ochenta películas, cerca de treinta obras de teatro y numerosos éxitos televisivos a su espalda, Concha se ha convertido en uno de los rostros más queridos.
La actriz, que alterna estos días la gira de la obra teatral «Concha, yo lo que quiero es bailar» con el rodaje de la segunda temporada de «Gran Hotel» y la grabación de su programa semanal «Cine de barrio», ha hecho un alto en su agenda para recibir el homenaje de sus compañeros.
Debutó con tan sólo 15 años en la película ‘La reina mora’, y a los 19 triunfó con ‘Las Chicas de la Cruz Roja’, con Tony Leblanc, con el que haría seis películas. Desde entonces no ha parado y ha triunfado tanto en cine como en teatro y televisión.
Para Concha su momento más feliz está siendo ahora, no le gusta mirar hacia atrás, lo que pasó pasó y no guarda rencor porque se siente privilegiada. Además, ha revelado a la revista ‘Semana’ que no piensa en el futuro. «Tenía que haber ahorrado y no lo he hecho, pero qué se le va a hacer, soy hormiga y no cigarra», ha afirmado.
De esta manera, la artista ha asegurado que echa muchísimo de menos a su exmarido, Paco Marsó. Aunque su relación no era muy buena, ambos fueron grandes empresarios e hicieron importantes obras de teatro juntos. Pero Concha lo tiene claro, el amor ya lo ha dejado completamente aparcado. Así, ha afirmado que «los señores de mi edad no me gustan, a mí quien me gusta es Richard Gere».
La vallisoletana nota que se ha hecho mayor. Como mujer, en que se compra un traje y a la semana ya no le vale. Y como actriz, gracias a todos los personajes que ha interpretado es mejor persona, ha aprendido de todas esas mujeres más que de nadie en este mundo, tal y como recoge la citada revista.
Un oficio diferente y maravilloso que le ha permitido dar de comer a su familia, por eso Concha no quiere retirarse todavía. Solo una cosa le pone el freno, su nieto Samuel, de tres años, hijo de Paco, su hijo menor.