Kristen Stewart ha pasado a un nuevo nivel, el temor a que su Rob vuelva a enamorarse, según informa RadarOnline. En realidad tiene miedo a que su tentativa para convencer a su ex novio no dé resultados, y parece que es eso lo que está ocurriendo.
Lo último que sabemos de Robert Pattinson, es que iba a hacer un esfuerzo para mantener una relación que no se saliera del guion con su ex novia, todo para tener contentos a sus fans en la presentación de Amanecer: Parte 2 que será el próximo mes de noviembre.
Según RadarOnline, Kristen Stewart se está apoyando en sus amigos más íntimos y les cuenta que su peor pesadilla sería ver a Robert Pattinson con otra mujer que no sea ella.
Y es que aunque su ex novio haya dicho que no quiere tener más relación con ella, la actriz sigue teniendo la esperanza de que él ablande su corazón, por eso compró una casa para vivir con su madre, con el objetivo de irse si Robert le da una segunda oportunidad.
«Kristen se aferra a la idea de que él la va a perdonar por el escandaloso affaire y que van a volver a estar juntos», cuenta una fuente cercana a la actriz a Radar Online.
«Ella no quiere ni siquiera imaginar que va a conocer a alguien mejor que Robert, a pesar de lo que se ha dicho sobre James Franco, tiene mucho miedo», afirma esta fuente.
Es más, Kristen aceptaría vivir donde eligiera Robert, ya sea Los Angeles o Londres, todo para volver a empezar de nuevo con él. «El tiempo lo dirá pronto, y la balanza está ahora en el lado de Robert. Si es capaz de perdonar, olvidar y tomar la valiente decisión de dejar que su corazón elija podrían volver a estar juntos», informa la fuente.
Aún así, la familia de Robert Pattinson está apoyando demasiado la idea de no perdonar a la actriz por su infidelidad, por eso le están animando a que fije su residencia en Reino Unido para que pueda estar más cerca de los suyos, y que tenga las suficientes agallas si ella vuelve a intentar cazarle, de nuevo.
Así que no sabemos qué ocurrirá, de momento todo indica a que la cosa va a seguir así, jugando al perro y al gato, pero ¿hasta cuándo van a estar pensándose las cosas?