Contemplar los alrededores de Tribunal era una buena excusa para percibir que la velada tenía un sabor especial. Más del millar de personas rondaban la madrileña sala But. El motivo, el Arthur Guinness Day. El sabor quizá fuese amargo y espumoso, como la cerveza irlandesa, o quizá fuese el sabor de una esperada cita musical, de un jueves que pintaba festivo.
Ariel Rot, junto a su banda, abrió el telón poco antes de las nueve de la noche. Veteranía, experiencia, sabiduría, esas son las palabras que definen a aquel joven de Buenos Aires vocalista de bandas tan míticas como Los Rodríguez o Tequila. Con su toque característico, trajo rock n’ roll, trajo sensaciones, sensaciones de juventud y todo el repertorio de una vida entregado a la música
Lo cierto, es que la pista no estaba al máximo, pero la expectación rebosaba por cada poro. La gente disfrutaba, se divertía. Pasando por clásicos como ‘Baile de Ilusiones’ o ‘Me estás atrapando otra vez’, la instrumental ‘Confesiones de un comedor de pizza’, tras anunciar que este era un concierto de «despedida» (se tomará unas vacaciones, merecidas), y haciéndose demasiado corto, el mago argentino se despidió con un emotivo ‘Dulce Condena’ y un público que pedía más.
Era el turno de Leiva, media naranja de Pereza. Los huecos que antes vimos eran ahora de tribuna cotizada. El ambiente y expectación crecían por momentos. Con un lleno hasta la bandera, chaleco y sombrero, Leiva irrumpió como un ciclón. Muchos aún piensan que Pereza sigue siendo un ‘grupo de quinceañeras’ (connotación que pude escuchar) sin embargo, lo que caracteriza a Leiva es un estilo que le diferencia de todos los demás. Que es suyo, sólo suyo, y de nadie más. Así lo demostró con ‘Miedo’, ‘Las cuentas’ o ‘Como lo tienes tú’.
Su discografía no es muy extensa, pero se apoyó en canciones de su exbanda para culminar un concierto que gustó. Con el público ya en el bolsillo, anunció el colofón final, la llegada de su compinche, su cómplice, Ariel. Este broche, en conjunto, era lo más esperado. Y no es para menos, ver al unísono a dos pesos pesados de la música de autor en español, como lo son Ariel Rot y Leiva, es un espectáculo sin parangón.
Mezclan épocas, estilos e incluso actitudes, pero se funden a la perfección. El cierre a esta magnífica velada es un claro ejemplo: Doce de la noche, ‘Lady Madrid’, ‘Hace calor’, Fin.
Aitor Suárez Nevado