Adam era un fantástico payaso de circo, un imán de risas y aplausos, durante la Alemania de Entreguerras. O al menos lo fue hasta que se descubrió su origen judío. Treinta años después, en un asilo para supervivientes del Holocausto, Adam se encuentra con un niño que se cree perro. Este choque le hace recordar la terrible experiencia que vivió, cuando un comandante de las SS le permitió vivir a cambio de que se comportase para él como un perro.