El próximo 16 de noviembre los telespectadores estadounidenses iban a poder disfrutar de una suculenta entrevista por parte de la presentadora Barbara Walters a la siempre polémica Lindsay Lohan pero cuando el equipo de relaciones públicas de la artista se ha enterado del enfoque sobre el que iban a girar las preguntas, han decidido cancelar de inmediato el encuentro.
Al menos así lo ha asegurado el portal de noticias Radar Online, en donde cuentan que Lindsay Lohan no iba a saber cómo hacer frente a ese tipo de preguntas y no ha querido dar la cara frente a los millones de espectadores que estarían delante del televisor el próximo 16 de noviembre, fecha en la que se emitiría la entrevista.
«La presentadora iba a hacerle preguntas sobre su consumo de drogas, el consumo de drogas por parte de su madre Dina Lohan y los cientos de problemas de su padre Michael», declaraba una fuente a Radar Online.
Pero parece que las preguntas insistentes e incisivas de Barbara Walters no le convence demasiado a la celebrity, quien no quiere ni oír hablar de los últimos escándalos que ha protagonizado. «Barbara quería que Lindsay hablara de todo el drama que tiene en su vida personal, incluyendo los posibles cargos que se le pueden imputar por mentir a la policía tras su último accidente de coche, y Lindsay no está preparada para hablar de cualquier cosa».
La decisión final de cancelar esta entrevista la ha terminado por tomar su nuevo equipo de representantes, Rogers & Cowan, quienes no ven con buenos ojos este tipos de apariciones públicas y quieren reorientar la carrera de su representada concertándole entrevistas en donde solo tenga que hablar de sus proyectos profesionales.
¿Conseguirán Rogers & Cowan transformar a Lohan en una discreta y candorosa joven?