Los famosos han perfeccionado a lo largo de los años el uso de las gafas de sol como escudo contra la prensa, como seña de distinción y, en algunos casos, con cierto aire de soberbia. Tan acostumbrados estamos a que esas ‘pantallas’ oscuras sean un símbolo de rechazo, que cuando alguien las utiliza por motivos graves, se ve atacado injustificadamente. Ése ha sido el caso de Antonia Dell’atte, que durante un año y medio desapareció de la vida pública y sólo se dejó ver con el rostro cubierto por grandes gafas oscuras.
Los medios de comunicación especularon sobre las razones por las que la modelo llevaba gafas de sol incluso de noche: Se habló de operaciones estéticas, pero nadie lo sabía a ciencia cierta. Finalmente, Antonia ha explicado a la revista ‘¡Hola!’ sus motivos, en una entrevista.
La razón de las gafas era ni más ni menos una enfermedad: la modelo padecía un caso grave de hipertiroidismo, un desajuste en el que la glándula tiroides produce un exceso de hormonas que desestabilizan el organismo.
La enfermedad le hinchó terriblemente los ojos, cambió su humor y sus hábitos. La exmujer de Alessandro Lequio comenzó a tratarse cinco meses después de que comenzasen a hincharse sus ojos. Según sus palabras, mientras otros especulaban con cirugía estética «yo estaba inflándome a cortisona».
Giorgio Armani, con quien Antonia ha trabajado desde su juventud, le recomendó que utilizase grandes gafas oscuras para ocultar la hinchazón de sus ojos. Aún así, la modelo desapareció de la vida pública durante un año y medio.
Tras un largo tratamiento, que ha incluido quemar su tiroides con radiación, y tener que tomar pastillas de por vida, la italiana ha vuelto a mostrar sus ojos, y asegura que se siente más fuerte ante la vida.
Ahora, Antonia siente que ha vuelto a la vida, y que ha encontrado una serenidad nueva. Asegura que se prepara para un gran 2013, y que pasará la Navidad en familia. Está claro que a partir de ahora, dejará de esconder sus ojos del mundo.
Estrella Digital/EP