El teniente del ejército iraquí Latif Yahia (Dominic Cooper), es traído desde el frente al palacio de Saddam Hussein ya que planean convertirle, dado su gran parecido, en el doble del hijo de Saddam, el famoso príncipe Uday Hussein (Dominic Cooper), un descontrolado joven adicto a el sexo y la brutalidad. Bajo la amenaza de muerte para él y su familia si no acepta, Latif deberá renunciar a su identidad para adoptar la del heredero del dictador.