La oscarizada actriz es consciente de que ya no necesita impresionar al sexo opuesto en la intimidad de su dormitorio luciendo atrevidas piezas de lencería, por lo que en los últimos tres años la intérprete ha tomado por costumbre enfundarse un divertido pijama con estampado de leopardo antes de meterse en la cama. La original idea no responde precisamente al gusto de la artista por los animales exóticos, sino a la alegría que experimenta el pequeño Louis –su hijo adoptado en 2010– cada vez que ve a su famosa madre disfrazada de felina.
«El único hombre que tengo ahora mismo en mi vida es mi hijo, y me da la impresión de que vamos a compartir casa durante muchos años todavía. Así que en vez de meterme en la cama con la lencería provocativa que solía guardar para las grandes ocasiones, ahora lo hago con un pijama con estampado de leopardo. Básicamente es un disfraz que a mi pequeño le encanta y le hacer reír mucho, por lo que se ha convertido en mi prenda básica para todas las noches. La ropa interior sexy la tengo encerrada en el armario», bromeó la estrella de Hollywood a la revista italiana IO Donna.
Pero el original traje de leopardo con el que complace a su pequeño es solo un ejemplo del torrente de tareas domésticas que Sandra lleva a cabo desde que se convirtiera en madre, una dinámica familiar que tiene «exhausta» a la famosa intérprete, pero de la que al mismo tiempo se siente satisfecha por el hecho de haber reconducido su vida hacia un nuevo propósito: el de disfrutar al máximo de una faceta maternal que ahora desarrolla a tiempo completo.
«Desde que llegara a mi vida, Louis se ha convertido en el centro de mi universo, y toda mi existencia está dedicada a su cuidado. Es cierto que ser madre es una experiencia muy exigente que me deja exhausta cada día, pero reconozco que nunca he sido más feliz en toda mi vida. Me levanto con el alba, le llevo al colegio y después ya me puedo tomar dos horas solo para mí. A partir de ahí, creo que lo único que hago el resto de la mañana es lavar ropa y preparar comidas, algo que me hace pensar en todos aquellos padres que no paran de quejarse sobre sus tareas domésticas. Yo trato de no hacerlo a pesar de que la maternidad me ha cambiado la vida y ha reducido mi presencia en el cine, ya que tener un hijo tan adorable como el mío hace que cada día sea una nueva y divertida aventura», explicó la extrovertida artista.