Nunca se ha mordido la lengua y tampoco lo ha hecho ahora. Miriam Sánchez, o María Lapiedra para los amigos del porno, no sólo ha contado en la revista «Primera Línea» lo que le han costado sus nuevos pechos sino lo que ha hecho en los serivicios de Telecinco, donde hizo el amor con la entrevistada de un programa, y lo que ha dejado de hacer.
La ex colaboradora de «Mujeres, hombres y viceversa» y ganadora del programa «Supervivientes» celebra esta semana en dicha publicación su operación de pechos, asegurando que los mismos han pasado de pesar 330 gramos a 550 en cada uno, y que por cada uno de ellos ha tenido que desembolsar 5.000 euros, «con descuento de amigo».
Precisamente respecto a su paso por la «cadena amiga», Miriam asegura que «acabé muy cabreada por cómo me trataron en ‘Mujeres, hombres y viceversa’, y si volviese atrás creo que me follaría a todos los chicos y chicas del programa que me gustasen: me arrepiento de haber sido tan puritana».Claro que sólo debió serlo en ese espacio, ya que también confiesa que «me he liado con varios de los colaboradores de los programas de Telecinco en que participé, incluso llegué a hacerlo en los baños de la cadena con una entrevistada». Eso sí, aclara que «he practicado sexo más en el porno que en mi vida real, aparento bastante más de lo que soy: me hubiese gustado haber vivido esa leyenda tan exagerada que se ha contado de mí».
La que fuera pareja de Pipi Estrada también tiene palabras para éste, al que define como «un hombre ligeramente machista, protector y dominante, al que le vino grande que su mujer le hiciese sombra», aunque reconoce que se excedió con ciertas cosas que llegó a decir de él cuando ambos se sacaban los ojos en los platós: «No todo lo que llegué a decir era verdad. Pipi me fue infiel, pero no es un monstruo. Fue mi compañero sentimental y mi socio durante cuatro años y me merece un respeto, aunque al final como pareja resultase ser nefasto».