El reconocido graffitero Bansky, cuyas obras se venden por cientos de miles de dólares en subastas, instaló un puesto en el Central Park de Nueva York para vender una veintena de pinturas por sólo 60 dólares. Los transeúntes no notaron que se trataban de obras del artista y pocos se acercaron a comprarlos. Las pinturas fueron vendidas por un hombre mayor sentado en una silla plegable.
El vídeo comienza poco antes de las 11:15 de la mañana, y hasta las 15:30 el vendedor no consigue que alguien le compre un lienzo. La primera venta la realiza a una chica, que compra dos cuadros para sus hijos, no sin antes conseguir un 50% de descuento.
A las 16:00 otra chica de Nueva Zelanda compra otro par de lienzos, y el agradecido dueño le planta dos cariñosos besos en la cara.
A las 17:30, un chico de Chicago, que está decorando su casa nueva, cuenta «solo necesito algo para las paredes» y se lleva cuatro ejemplares.
18:00, cierre.
«Sé que el ‘street art’ parece cada vez más la parte de marketing de la carrera de un artista, así que quise hacer arte, sin precio. No hay galería, película o libro. Eso es inútil. Y espero que esto quiera decir algo», declaró al diario New York Village Voice. Con casi cuatro millones y medio de visitas en el portal YouTube, este vídeo está causando furor e impulsa el arte callejero, que no está reñido con el resto de manifestaciones artísticas.