La artista barbadense ha logrado que un juez de California imponga una orden de alejamiento contra Jonathan Whooper para mantenerle bien alejado de su vivienda, ya que este individuo fue arrestado recientemente por tratar de acceder en repetidas ocasiones a la propiedad que Rihanna tiene en Los Ángeles y, entre otras cosas, había asegurado a la policía que tenía todo el derecho a hacerlo al ser el «futuro marido» de la estrella del pop.
Según publica el portal TMZ, Whooper no podrá acercarse en ningún momento a la popular artista para evitar una serie de riesgos que, además, serán evaluados a través de un examen psiquiátrico al que el acusado tendrá que someterse próximamente. En el caso de que no aparezcan pruebas concluyentes de que sufre un trastorno mental de importancia, el acosador de Rihanna tendrá que aparecer ante un tribunal para defenderse ante los diferentes cargos que se le imputan: allanamiento de morada, vandalismo y acoso.
La orden de alejamiento que ha conseguido Rihanna tiene una duración mayor y es aún más restrictiva que la que le fue concedida a principios de este mes, el 4 de octubre, cuando Whooper fue arrestado por la policía a las puertas de su mansión angelina. Poco después, las fuerzas de seguridad comprobaron que este mismo sujeto era el responsable de un incidente previo en el que un entonces desconocido había arrojado una silla contra una de las ventanas de la vivienda a finales de septiembre.
Aunque ha tratado de mantener este asunto alejado de la opinión pública, Rihanna no dudó en desahogarse en su petición judicial acerca de todo el sufrimiento y el estrés emocional que estaba viviendo por culpa de sus acosadores, entre los que también se encuentra un hombre llamado Robert Melason, quien estuvo seis días en prisión y ahora se encuentra en libertad condicional tras sus repetidos intentos de entrar en casa de la cantante.