Pese a haberse destacado como una de las actrices más extravagantes en lo que a su apariencia y estilo se refiere, la británica Helena Bonham Carter reconoce ser tan convencional como el resto de los mortales y lo ejemplifica admitiendo que una de sus pasiones ocultas consiste en pasar interminables horas en el sofá atiborrándose de patatas fritas.
«El mejor momento de la semana es aquel en el que estoy sola en casa y puedo hacer lo que quiera sin tener que dar explicaciones. Normalmente, lo que hago es tumbarme tranquilamente en el sofá y empezar a abrir bolsas de patatas fritas industriales, siempre de las baratas, para vaciarlas en cuestión de segundos y llenarme la boca de queso y cebolla, sal y vinagre o cualquiera de los maravillosos sabores que tienen», bromeó la mujer del cineasta Tim Burton a la revista Stylist.
La versátil intérprete vuelve a hacer gala de su excéntrica personalidad al revelar cuál es su complemento de moda favorito de entre los muchos que pueblan su armario. Lejos de optar por un bolso, unos tacones o incluso un tocado, Helena asegura que no podría soportar un invierno sin la bolsa de agua caliente en miniatura que tiene para calentar su nariz.
«Si eso cuenta como accesorio de moda, no dudaría en elegirlo como mi favorito, ya que en el fondo la belleza de mi cara depende de que mi nariz no esté congelada. En el momento en que la congestión nasal te ha invadido, el catarro está a la vuelta de la esquina y acabarás pareciendo un ogro», aseguró.
Consciente de que el período navideño cada vez está más cerca, la extrovertida intérprete ya ha elaborado una lista de deseos y regalos que, en vez de enfocar únicamente a su vida, le gustaría que se hicieran realidad para todos sus conciudadanos de la populosa Londres.
«Un poco de amor, alegría y entusiasmo nos vendría muy bien a todos los londinenses. Ojalá fuera una especia de hada del amor que pudiera tocar a la gente con la varita y hacerlos felices, pero hay otras cosas que se pueden hacer para alegrar el día a la gente: bandas de jazz en la calle y pianos en la vía pública para cantantes espontáneos podría ser un buena iniciativa», explicó.