El principal sospechoso del presunto plan para acabar con la vida de Enrique de Inglaterra se presenta esta tarde ante los tribunales británicos para declarar por última vez antes de recibir la sentencia, según reveló el canal de televisión ITV, en un caso de intento de asesinato que todavía presenta grandes incógnitas a pesar de que el acusado se declaró culpable en la primera vista oral del proceso que tuvo lugar el 25 de mayo.
El individuo al que se atribuye la hipotética misión de liquidar al nieto más díscolo de la reina Isabel II fue detenido por la policía pocos días antes del comienzo del juicio tras entregarse él mismo en una comisaría al oeste de Londres, donde desveló algunos detalles preliminares de la estrategia con la que, supuestamente, él y sus compinches lograrían aproximarse al príncipe para matarlo en el acto.
Sin embargo, de la información proporcionada por Townley solo se han admitido como pruebas de peso las búsquedas que realizó en internet con su ordenador portátil en las semanas previas a su arresto, entre las que destacan términos como «secuestro», «armas» y «furgonetas». Más allá de esos detalles, el único factor de relevancia a la hora de juzgar al acusado reside en su propia confesión ante las autoridades.
Aunque ni siquiera el propio Enrique de Inglaterra parece haberse inmutado ante los planes para acabar con su vida, ya hay una víctima que ha quedado claramente traumatizada por toda esta situación: la familia de un Mark Townley que ya ha recibido el implacable castigo del tribunal paralelo de la opinión pública.
«Su madre está destrozada, totalmente destrozada. Ella no es una mujer a la que se puedan achacar los actos de su hijo. Nadie en esta familia es así, siempre han sido personas normales, modestas pero muy honradas. Todo esto es demasiado para ellos. Nos enteramos anoche de que había sido detenido y encarcelado, así que solo podemos decir que estamos completamente consternados por lo que está ocurriendo. La familia no quiere hablar de este tema con nadie por temor a sufrir represalias. Para empezar, todavía están intentando entender qué le ha podido pasar a Mark para acabar así», aseguraba al diario Daily Mirror un amigo de la familia del acusado poco después de su detención.