El 10 de mayo de 1960 un suburbio de Dublín celebraba la llegada al mundo de Paul David Hewson, un ya de por sí rechoncho lechón irlandés destinado en no muchos años a pilotar una de las bandas más exitosas de la historia de la música popular de nuestro tiempo.
Su primeros años de vida no fueron muy diferentes de la de cualquier muchacho irlandés, tratando de encontrar su lugar en aquel mundo entre la religión, las inquietudes artísticas y las humildes perspectivas de futuro.
Pero todo cambió en 1976 cuando un rubiales llamado Larry Mullen Jr puso un anuncio en un tablón de su instituto, el Mount Temple Comprehensive School, buscando compañeros para formar un grupo musical. Tras una primera reunión en la cocina de Mullen, repentinamente todo parecía cobrar sentido para el muchacho Hewson, entregado con vehemencia a su destino desde aquel preciso momento.
'I will follow' (1980)
Después de llamarse Feedback y The Hype, U2 despegaron y pronto ganaron buena reputación gracias a sus enérgicos directos. En 1979 llegó su primer sencillo, Three, como antesala del debut largo con Boy en 1980. No es muy habitual que con apenas 20 años tu primer gran éxito en la música reflexione sobre la dramática muerte de tu madre (cuando Bono tenía 14 años), pero esa intensidad emocional la marca de la casa al hablar de U2. I Will Follow es precisamente eso y es la primera canción de su primer disco.
'Bad' (1984)
Cronicas y fanáticos coinciden en señalar la actuación de U2 en el festival Live Aid de julio de 1985 en el estadio londinense de Londres como un punto de inflexión para la banda. Buena 'culpa' de ello reside en la emotiva y teatral interpretación que Bono hizo de este Bad perteneciente a su disco The Unforgetable Fire (1984). Una suerte de trance hipnótico con bajada al foso incluida ante millones de telespectadores de todo el planeta. Ya nada sería igual, y eso que hasta tres años después no plantarían 'el árbol de Josué'.
'Ultra violet (Light My way)' (1991)
Convertidos ya en dinosáuricas estrellas del rock de estadio gracias a The Joshua Tree (1987) y Rattle and Hum (1988), U2 afrontaron el cambio de década mutando en un grupo prácticamente irreconocible con Achtung Baby (1991), aclamado álbum que, a pesar de todo, contenía cortes de sonido más clásico como este Ultra Violet (Light My Way), que a pesar de no ser single siempre aparece entre los favoritos de los fans más fans entre los fans. Que ya es decir.
'Sometimes yo can't make it on your own' (2004)
Tras una década loca y arrolladoramente experimental plasmada en los discos Zooropa (1993) y Pop (1997), U2 decidió volver a sus raíces y facturar música agradable para las masas en All that you can't leave behind (2000). Canciones para todos los públicos, de fácil escucha y digestión como Beautiful Day y Elevation.
Bono perdió a su padre en mitad del tramo europeo de la gira 'Elevation' de 2001, a pesar de lo cual no canceló ningún concierto. En el siguiente disco del grupo, How to Dismantle an Atomic Bomb (2004), destacó desde el primer momento su apasionada interpretación vocal de este Sometimes you can't make it your own dedicado expresamente a Bob Hewson.
'Invisible' (2014)
Después de terminar en julio de 2011 la gira más taquillera de la historia (con 736 millones de dólares de recaudación), U2 pasaron un tiempo lejos de los focos. De un tiempo a esta parte, los rumores sobre un nuevo disco, continuación del No line on the horizon de 2008, se han intensificado, pero por ahora los fans tienen que conformarse con dos pildorazos en los últimos meses: Ordinary Love (canción para el biopic sobre Nelson Mandela que les hizo ganar el Globo de Oro el pasado noviembre) e Invisible, su composición más reciente hasta la fecha.
En Invisible, Bono vuelve a cantar sobre la autoafirmación y la superación personal, algo que de alguna manera ha sido una constante a lo largo de su trayectoria. Porque para liderar a la banda de rock más grande del mundo hay que tener voz, alma y corazón, pero también ambición y empuje. «No soy el torero, ¡soy el toro!», tal y como bramó en su primer concierto en Madrid en el verano de 1987. Eso bien puede resumirlo todo.