Raphael inicia este domingo en Cambrils su nueva gira 'De Amor y Desamor', con la que recorrerá España hasta su habitual despedida del año con una veintena de fechas en la Gran Vía madrileña. Tendrá en esta ocasión la oportunidad incluso de colarse (no sin polémica) en el Sonorama Ribera, uno de los festivales fundamentales de la escena musical independiente española.
«Yo soy un chico indie. Siempre lo he sido», recalca, para después añadir: «Me hacía mucha ilusión, no entiendo cómo no se me había llamado antes, aunque por lo visto llevaban tres o cuatro años intentándolo. Saldré con toda la ilusión del mundo, como siempre, para que todos disfrutemos, el público y yo. Espero que sea nuestra gran noche».
En el Sonorama Ribera, que se celebra en Aranda de Duero del 13 al 16 de agosto, Raphael compartirá cartel con nombres como Amaral, Los Planetas, Iván Ferreiro, Duncan Dhu, Nacho Vegas, Cut Copy, Second, Izal y Niños Mutantes (que tiempo atrás versionaron su 'Como yo te amo').
«Yo conozco a todo el mundo», asevera Raphael sobre todos ellos, al tiempo que asegura que los artistas siempre están «atentos a todo lo que sale». «Por ejemplo, mira, el otro día Charles Aznavour me dijo en Barcelona que me conocía desde que asomaba la nariz», apostilla.
Asimismo, recalca que él siempre intenta dar «pasos de gigante hacia delante» y que en esa filosofía se encuadra actuar en el Sonorama ante un público joven que a priori puede no ser el suyo (al menos en su mayor parte). «Estoy acostumbrado a cantar en sitios muy pequeños, en teatros, en plazas de toros, en el Madison Square Garden y hasta en el Kremlin. Esto es un reto. Todos los días son un reto», remarca.
Próximo disco
Aparte del nombre de su gira, 'De Amor y Desamor' es también el título de su inminente próximo disco, en el que ha revisitado y «engrandecido» las canciones que él considera las «joyas de la corona» de su inabarcable catálogo.
En este nuevo trabajo, Raphael revisita esas «joyas» con la colaboración de Jacobo Calderón, Paco Salazar y Fernando Velázquez, para así darle una vuelta de tuerca a buena parte de sus temas históricos.
Según cuenta, en este álbum hay «éxitos» y también canciones que él considera que tendrían que haber sido más populares. «Las hemos engrandecido de una manera tremenda. Quiero regrabar mi historia para que los más jóvenes no tengan que echar mano de grabaciones antiguas, que suenan como sonaban. Y afortunadamente mi voz sigue ahí», explica.
En esta línea, Raphael admite que no ha «quedado contento con todo» lo que ha grabado durante sus 55 años de trayectoria, por lo que ahora su «sueño» es hacer las cosas que en su momento «se quedaron en el tintero». Además, agrega que nunca para de pensar en nuevos proyectos, y resalta que en cuanto tiene «un par de semanas» de descanso se mete en el estudio.
Y es que a sus 71 años, todavía hay Raphael para rato, como él mismo asegura con sorna. «Soy un enamorado de mi profesión, me gusta, lo paso muy bien. Me emociona, es una profesión que adoro y me la tomo muy en serio. Me cuido muchísimo. Y esto funciona con mucha ilusión y ganas. Y con pasión», sentencia.