Dos son compañía. A veces incluso son toda una compañía. Lo sorprendente en este caso es que son toda una compañía de teatro que interpretan a un batallón de personajes. Y todo es cosa de un simple gesto. Titzina representa en San Fernando de Henares (Madrid) –este sábado 18 de octubre, a las 20:00 horas– su “Distancia siete minutos”, una ocasión para gourmets del teatro.
La originalidad de esta compañía, de Diego Lorca y Pako Merino, es que su propuesta en el escenario es de una calidad y de una concentración máxima. La que se necesita para representar varios personajes con solo dos actores. Dos actores que mutan prodigiosamente de un papel a otro en un simple cambio de gesto, en un matiz que hace que el público quede absolutamente fascinado, los ojos prendidos en el escenario. Un tipo de teatro para el que el García Lorca de San Fernando de Henares (Madrid) se ajusta perfectamente, con su cercanía a lo que pasa en las tablas.
La historia que cuentan Lorca y Merino en esta ocasión no deja de ser curiosa. En coincidencia con la exploración espacial del robot Curiosity, el protagonista, un juez, se ve obligado a abandonar su casa, infestada de termitas, y regresar a su hogar familiar. El entorno, la relación su padre, los juicios que está llevando a cabo, son el contexto de la trama de la obra, una hora y media de tragedia y comedia, de lo más interesante.
Diego Lorca y Pako Merino, es decir, la compañía al completo, empezó a trabajar esta obra a raíz del Congreso de la Felicidad que se desarrolló en Madrid en febrero de 2012. Poco después participaban en un aula de teatro en la prisión La Modelo, de Barcelona. Los mimbres para escribir “Distancia siete minutos” ya estaban sobre la mesa. Los autores –y actores– han estado trabajando sus personajes y situaciones en un juzgado del entorno de Barcelona.
La idea de la obra surgió a raíz del Congreso de la Felicidad que se desarrolló en Madrid en febrero de 2012
Aunque el argumento es interesante, la compañía está avalada por numerosos premios, el verdadero reclamo de esta cita teatral en las cercanía de la capital es ver el prodigio gestual y de dramaturgia que ejercen estos actores, formados en una prestigiosa escuela francesa. Dos son compañía, de teatro en este caso.