Se terminó de deshojar la margarita de si me voy o me quedo. Carlos Herrera ya ha confirmado en Onda Cero que no va a renovar por la emisora de Atresmedia y que la temporada que viene se hará cargo de las mañanas de la COPE.
Aunque él ha argumentado a su todavía presidente, Javier González Ferrari, que no es sólo el tema económico lo que le ha llevado a abandonar su nave, lo cierto es que, cómo no, también ha pesado el importante aumento salarial que le han ofrecido.
Y es que de los más de cuatro millones que venía percibiendo en Onda Cero va a pasar a ganar casi ocho millones por temporada en la emisora de la Conferencia Episcopal, donde, eso sí, le han indicado que, dada la precaria situación económica actual de la empresa, que ha llevado al despido reciente de una veintena de históricos de la casa (en los últimos cuatro años han salido unas 250 personas), no quieren que se lleve a todo su equipo con él, al estilo, por ejemplo, de lo que hicieron Paco González y Pepe Domingo Castaño en materia deportiva.
Así, Lorenzo Díaz, uno de los que siempre le han acompañado, tendría bastante complicado irse a la COPE ya que tiene contrato en vigor con Onda Cero. En esa tesitura, ya que lo suyo es «por obra», no están gente como Ramón Tamames, Josemi o José María Fidalgo, tertulianos con los que, de precisarlos, sí podría contar Herrera en su nueva experiencia.
Otras ventajas
Entre las otras ventajas que dice haber barajado para dar el sí a COPE estarían su deseo de iniciar una nueva aventura que le motivara más en su trabajo y el hecho de no tener que madrugar tanto, algo que siempre ha dicho llevar muy mal.
Lo primero estaría motivado por el hecho de llevar ya casi trece años de su vida de manera consecutiva en Onda Cero, un periodo de tiempo en el mismo sitio que puede terminar de cansar a cualquiera, y lo segundo es al menos lo que le han prometido en su nueva casa, que podría dejar grabada la primera parte de su programa y así poder llegar algo más tarde al estudio.
Pese a estas justificaciones, la noticia de su adiós no ha sentado nada bien en su todavía lugar de trabajo, ya que, por ejemplo, González Ferrari no sólo le dio en 2002 su 'Herrera en la Onda' sino que lo había fichado en 1997 para RNE, en los tiempos de éste como director de esa casa. No se entiende su marcha cuando siempre se la ha tratado fenomenalmente, plegándose casi siempre a sus deseos, y cuando se le había prometido un contrato al alza para la próxima temporada.
Plan B
Pese a que la emisora de Atresmedia puede notar y mucho su marcha (con Herrera se pueden ir no sólo oyentes sino anunciantes, que querrán seguir ligados a él en su nueva emisora), desde la presidencia de Onda Cero ya se contaba con un plan B por si se terminaba produciendo.
En ese plan figuran dos nombres, Carlos Alsina y Juan Ramón Lucas, que serán los encargados desde septiembre de intentar que la fuga de oyentes sea la menor posible. El primero se haría cargo de la franja comprendida entre las 6:00 y las 10:00 de la mañana, la más informativa, y el segundo de la que iría de 10:00 a 12:30 horas, mucho más lúdica, aunque sin perder nunca el hilo de actualidad.
Alsina presenta desde 2005 'La Brújula' y, a diferencia de Herrera, sí aceptó la contraoferta que le hizo Onda Cero en 2008, cuando se anunció su fichaje por Punto Radio. Por su parte, Lucas volvería al medio radiofónico tres años después de haber dejado la presentación de 'En días como hoy', en RNE, donde llevaba cinco temporadas. Con anterioridad ya había estado en la emisora que preside Ferrari durante cuatro años, entre 1993 y 1997, al frente de 'Al día'.
Lo que todavía no se sabe a ciencia cierta en Onda Cero es quién estará al frente de las mañanas de la emisora después de Semana Santa, ya que la decisión tomada por la cúpula directiva de la misma es que Herrera no esté en sus ondas al término de la misma, dándole así tiempo para que se aclimate a su nueva casa.