Chick Corea y Herbie Hancock fueron los invitados para cerrar la 39 edición del festival de jazz de Vitoria. Su música, fuera de lo común en cuanto al jazz se refiere, acabó poniendo a la audiencia en pie en numerables ocasiones.
Maiden voyage (Herbie Hancock) o La fiesta (Chick Corea) fueron dos de las obras escogidas por estos artistas, que las modificaron a ritmo de improvisación jugando con los pianos como si de un artefacto para niños se tratara.
Dos pianos de cola enfrentados y sin las tapas permitían a los artistas golpear sus cuerdas con sacos, toallas o con las mismas manos, realizando percusión y logrando sonidos inimaginables para un piano.
En un polideportivo convertido en auditorio y que puso el ‘solo out’ en sus taquillas, tampoco faltaron las dedicatorias a la audiencia y sobre todo al gran Paco de Lucia, al que Corea definió como «una de sus grandes inspiraciones».
El concierto, de casi dos horas de duración, culminó con la vuelta al escenario por tercera vez de los músicos, los cuales «querían hacer un verdadero trio». Pusieron al público en pie mientras aplaudía y cantaba lo que los maestros les ordenaban, logrando así una sinfonía de percusión, piano, voz y algo de electrónica.
Un broche de oro para el festival de jazz, que con los años ha ido creciendo de duración y de categoría, y que hoy en día es uno de los eventos indispensables para los amantes de este género musical.