«Entre dos y tres meses tardará el proceso para incluir al Nuevo Apolo como local de especial interés cultural», comentaba Carlos J. López, el director del teatro, a Estrella Digital hace tres meses. Con algo de papeleo y un periodo estival de espera, el Nuevo Apolo abrirá de nuevo sus puertas el próximo lunes 14 de septiembre. El teatro sigue siendo de máxima protección, por lo que no puede soportar las obras que se requerían. Ahora al ser incluido dentro de los locales de especial interés, queda exento de cumplir la normativa de 80 decibelios (dbc).
Tres meses de agonía es lo que han vivido los trabajadores del Teatro Nuevo Apolo, sobre todo algunos que se tuvieron que marchar. Como ya comentaba Carlos J. López, “habrá algunos despidos”, una situación que se escapaba a su alcance debido a un cierre por orden municipal.
Lo que llevó al precinto del teatro, como informaba López a este diario, es tener un aislamiento inferior a los 80 dcb, algo “imposible de cumplir, irrealizable” porque aunque se intentase, algo complejo por las condiciones de teatro protegido, no se hubiese llegado a cumplir. Una vecina, que ya no vivía cerca del teatro, se quejó de la falta de aislamiento, y aunque todos los vecinos, incluyendo las inquilinas que la vecina conflictiva tenía de alquiler en su casa, lo firmaron, no sirvió de nada, y el gobierno de Ana Botella decidió precintar el teatro dos días antes de cambiar el mando en el Ayuntamiento.
El Nuevo Apolo forma parte de los locales de especial interés cultural
A día de hoy el teatro sigue teniendo el mismo aislamiento que el 11 de junio, día del cierre, a diferencia que ahora han conseguido incluirlo dentro de local de especial interés al que no le afecta los decibelios.
“Es un crimen. Cerrar un teatro es cerrar un motor económico”, declaraba López días después de ver como su teatro no volvería a subir el telón para las siguientes funciones. Un crimen que ha conseguido vencer a los malos y salirse con la suya. El día 14 el Teatro Nuevo Apolo se prepara ante su público para presentarle la nueva temporada y no volver a cerrar nunca más. Cuando López hablaba con este periódico estaba dispuesto a empezar una querella contra Medio Ambiente, al que culpabilizaba de todo lo ocurrido por “falta de información”.
Desde el 11 de junio el Teatro ha luchado contra la normativa para poder seguir con su programación. Tres meses en que lo han conseguido y el próximo lunes 14 de septiembre volverán a llenarse sus butacas y a levantarse los telones, y será el miércoles con «el Ballet Sangri La con el que abramos la temporada», sentenciaba López.