Según la Sociedad de Gestión de Artistas e Intérpretes (AISGE) el 72% de los actores están en paro, un dato que va en aumento desde la crisis de 2008. Según la información proporcionada por la escuela madrileña de actores Arte4 a Estrelladigital.es, eso significa que sólo uno de cada diez alumnos alcanzará el éxito profesional al terminar su formación.
La falta de subvenciones al mundo de la cultura, los excesivos precios a las entradas de cine y televisión y la subida del IVA cultural, cuyo gravamen se encuentra en España por encima de los países vecinos, son factores que ponen en un aprieto a esta profesión.
El actor y director Santiago Segura cuenta a este diario que tiene «la esperanza de que tras el 20 de diciembre cualquier gobierno entrante entienda la conveniencia de equiparar nuestro IVA cultural al del resto de la Unión Europea». Una medida que contribuiría a aliviar la difícil situación que atraviesa el sector y que deja una realidad complicada para todos sus profesionales, tanto para aquellos que tienen una carrera consolidada como para los que están empezando.
En las pantallas de cine y de televisión son usuales las caras conocidas, que apenas dejan sitio para las futuras promesas. Aquellas que quizá nunca tengan la oportunidad de serlo. La pregunta habitual para muchos profesionales es, una vez que se ha conseguido labrar una buena imagen, cuánto cuesta mantener esa posición. ¿Solo tienen dificultades las caras emergentes?, o ¿cuánto tiempo han estado sin trabajo los más conocidos? Preguntas que salen a la palestra una vez que se observan las grandes cifras de paro, ese pozo oscuro en el que cualquier profesional teme caer.
Incluso algunas de las caras más conocidas, como Miriam Díaz Aroca, que tuvo un gran debut televisivo con ‘Mis adorables vecinos’ y con ello consiguió consolidar su carrera dramática, relata a este periódico que ha tenido momentos de escasez laboral y de dificultades.
Dificultades que también señala Fanny Gautier, conocida sobre todo por su papel en la serie ‘Un paso adelante’, para quien lo más complicado de esta profesión es “mantenerte, mantenerte y mantenerte» en alto si quieres «tener trabajo más o menos continuamente». Díaz Aroca explica que «es más fácil dar un pelotazo que mantenerte trabajando” y su compañera certifica que la profesión de actor es a veces «muy injusta», porque no depende únicamente del talento o del trabajo de la persona, sino también del factor suerte.
Pese a ser actrices que llevan bastantes años en el mundo de la interpretación y que han pasado por el cine, la televisión y el teatro, ambas han sufrido etapas duras en las que no han tenido trabajo, que en algunos casos se han prolongado hasta casi dos años.
Años de paro
Fanny Gautier cuenta a este periódico la desesperada situación que vivió cuando solo conseguía trabajar “dos o tres días al año”. En esos momentos en los que no les surge ningún papel lo peor y más difícil es, según Miriam Díaz Aroca, “no saber por qué no funcionas”. Aunque ambas han estado en una situación similar, su reacción fue distinta: mientras que Gautier afirma que sí que pensó en abandonar el oficio en alguna ocasión, para Díaz Aroca eso nunca fue una opción.
Por su parte, Santiago Segura, que también ha tenido periodos de paro, se alegra de no «circunscribir mi actividad laboral estrictamente a la actuación y tenerla diversificada». Eso le permite tener trabajo con más asiduidad, tanto en su faceta de escritor, de colaborador en programas e incluso de director.
Los problemas para encontrar trabajo que padecen los actores con un nombre reconocido dan idea del sufrimiento de aquellos que están intentando hacerse un hueco en la interpretación. Olga Muñoz, una actriz que se diplomó el año pasado en arte dramático, cuenta a este diario que entiende que los directores elijan a los reconocidos: “Si saben que algo funciona, para qué cambiarlo”, sentencia la joven con resignación.