martes, septiembre 24, 2024
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40 años sin Cecilia

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Tras un concierto en Vigo, en la madrugada del 2 de agosto de 1976 el vehículo en el que viajaban Cecilia y sus músicos se estrelló contra un carro de bueyes en Zamora. La noticia del fallecimiento de la cantante y de su batería, Carlos de la Iglesia, conmocionó al mundo de la música. Dicen que viajaba dormida y que no se enteró. A pesar de que ella no sintiera nada, España entera sí sintió cómo ese día el ramito de violetas perdía sus pétalos.  

Evangelina Sobredo, más conocida como Cecilia, murió a la traicionera edad de 27 años. La edad maldita de muchos artistas como Amy Winehouse o Janis Joplin, que también se despidieron del mundo a esa edad.

Hija de un diplomático, la infancia y la adolescencia de Cecilia transcurrieron entre Inglaterra, Estados Unidos, Jordania y Portugal. Aunque nació en Madrid, no volvió a pisar la capital hasta 1969, año en que decidió comenzar la carrera de Derecho. Sin embargo, en esta época la música ya comenzaba a convertirse en su pasión, en su desahogo.

En sus primeros años en el mundo de la música, la censura llegó a cortar algunas frases de sus canciones y no fue hasta los años 70, con la censura ya desaparecida, cuando Cecilia escribió sus mejores éxitos: ‘Dama dama’ y ‘Ramito de violetas’. Antes de su fallecimiento, la cantante había compuesto e interpretado casi un centenar de canciones que serían tanto provocadoras como conmovedoras.

Sus canciones eran poco convencionales para una época en la que el pop español nada tenía que ver con lo que ya existía. Mientras que los cantautores españoles de esta época estaban influenciados por los franceses, la música de Cecilia tenía matices de los Beatles, Simon & Garfunkel y Bob Dylan.

Desde sus inicios, Cecilia volaba en un universo propio, personal e introvertido. Sus canciones sensibilizaron a más de uno al tocar temas como la soledad, el dolor, el desamor o la rebeldía. Porque ella era una rebelde de los años 70, una ‘hippie’ que criticaba el capitalismo, la política y la guerra como se ven uno de sus versos: “Soldadito de plomo, no es el colmo que tengas que morir por un general de madera”.

Cuarenta años después de ese accidente de coche, sus canciones entonces nostálgicas, lo continúan siendo. Cecilia con su música fue capaz de poner algo de color a una España que todavía vivía una parte en blanco y negro y que ese 2 de agosto volvió a teñirse de gris.

Andrea Morea

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