«No me parece tan diferente de Torrente», afirma el director en una entrevista en la que se declara incapaz de hacer una película que no le haga gracia a él.
El creador de la saga más popular del cine español, los cinco ‘Torrentes’ que batieron récords de taquilla, vuelve a zambullirse en la vorágine de producir, dirigir, escribir y protagonizar esta comedia -su particular revisión de la cinta chilena «Mamá se fue de viaje» (2017)- en la que, además, presenta como actrices a sus dos hijas, Calma y Sirena.
«Yo veo ‘Padre no hay más que uno» y me lo paso bien. A lo mejor soy un friqui, pero he hecho 5 ‘Torrentes’ porque tuvieron un éxito apoteósico, y como no soy tonto, si esta peli fuera un exitazo haría otra comedia familiar», se sincera el madrileño, ganador de tres premios Goya.
Toni Acosta es la madre que, después de muchas dudas, se va de viaje dejando el día a día de su casa en manos de un «marido-cuñao», un concepto que define al que, sin ocuparse en absoluto de lo que supone el cuidado de la casa y de los niños, sabe qué hay que hacer, y que regala a su mujer frases como: ‘Es que no te organizas’, o ‘no te pongas nerviosa’.
«No conozco a nadie que tenga cinco hijos, y me parecen divertidísimas las familias numerosas si los niños no son míos», se ríe la actriz tinerfeña, quien confiesa que le resulta «muy placentero hacer comedia».
«Me gusta hacer reír y eso va más allá de ser actriz o que te encasillen», apunta la protagonista de la comedia estival del año pasado, «El mejor verano de nuestra vida» -donde compartía cartel con Leo Harlem-, y que ahora repite papel de madre en la serie «Señoras del (h)AMPA».
Para Segura «la comedia es muy agradecida, y si te sale bien, es lo más bonito que hay. Bueno -precisa-, lo más bonito del cine es verlo».
Discrepa con el director Luna Fulgencio, la única de los niños con experiencia profesional («El embarcadero», «Durante la tormenta»), a quien le divierte más hacerlas.
Fulgencio es la niña «del medio», fan devota de Rocío Jurado, cuyo desparpajo ha cautivado a Segura: «Es tan actriz -dice- que sólo lee su parte. La veo como la próxima Penélope Cruz, de verdad que tengo mucha fe», ha comentado.
Debutan Carlos G. Morollón -el que todo lo pregunta- Calma y Sirena Segura y la youtuber Martina D’Antiochia, para quien el hecho de ser actriz no estropea las sorpresas del guión: «Yo estoy convencida de que, cuando la vea, me va a hacer gracia».
Hace de hija mayor que cuelga sus experiencias en la red, lo mismo que ocurre en la realidad de esta jovencísima influente que tiene 3,6 millones de seguidores de su canal «La diversión de Martina.com».
«Lo que me ha encantado es que el padre sea así, como despistado, porque yo no tengo ese tipo de padre y me ha gustado sentirlo, al menos en la película, y también tener hermanos pequeños, que yo no tengo».
Aunque la cinta llega a las salas españolas el 2 de agosto, el equipo la verá mañana en un preestreno con público, explica Segura, padre auténtico de dos de las joyas de la película, la reivindicativa Calma, hija estudiosa, racional, lógica y resolutiva, y la pequeña Sirena, un terremoto de carácter impredecible, cuyo bebé de goma es una réplica del muñeco diabólico.
Leo Harlem, también en el reparto junto a Silvia Abril y Wendy Ramos, es el «cuñao» de Acosta, dueño de una pizzería, que acaba siendo necesario para la supervivencia de la familia.
«Esos maridos son unos pringaos. Pero si tienes un ‘cuñao bocachancla’, sujétale porque, al final, el pato lo paga otra persona», bromea Harlem.
Como es habitual en las comedias de Segura, una legión de «amiguetes» colaboran con cameos; aquí, desde El Rubius a Ona Carbonell, pasando por Boris Izaguirre, Rosa López o Carlos Baute.
Estrella Digital