Baudry ha realizado estas declaraciones en un encuentro con periodistas en el Planetario de Pamplona, donde pese a sus críticas ha afirmado que se encuentra optimista, pues cree que la «guerra espacial» entre Estados Unidos y China podría estimular el desarrollo en este campo para que, tal vez, se logre convertir el viaje espacial en una cuestión turística, como Baudry afirma que debería ser.
Al convertirse la órbita terráquea en una zona turística, el ex-astronauta sostiene que esta situación forzaría a los profesionales a dedicarse a misiones de investigación, conocimiento y conquista para así «dejar de dar vueltas alrededor de la Tierra» y explorar lo realmente interesante.
Para Baudry, uno de los pasos más importantes que la humanidad debería dar, además de instalarse en la Luna y pisar Marte, es colocar un observatorio en la cara oculta de la Luna, ya que desde ella no se puede ver la Tierra y podría dar pie a nuevos descubrimientos.
Rememorando su carrera, el ex-cosmonauta ha explicado que, mientras que los estadounidenses tienen un enfoque mucho más metódico acerca de la exploración espacial, los rusos tenían una visión más humana acerca del asunto. Además, cree que los nuevos competidores, los chinos, también tienen un enfoque humano como los rusos, pero con un afán más «conquistador».
Pese a que Baudry voló en las naves espaciales soviéticas Soyuz-Salyout, en el transbordador espacial estadounidense Discovery e incluso estuvo en las listas para navegar en el transbordador Challenger, él se considera un «mero turista» del espacio, porque, entre otras cosas, ha destacado la sensación de humildad que sintió al estar en órbita, pues se dio cuenta de lo «realmente pequeños que somos los hombres».
Baudry, personalmente, sostiene que la clave que hace diferentes a los humanos de las demás especies no es la inteligencia, sino la curiosidad, pues es esta la que nos permite «soñar y comprender el mundo», algo que considera esencial para cualquier aspirante a astronauta.
Por otro lado, el ex-astronauta ha sido muy contundente al criticar a quienes dudan de la llegada del hombre a la luna, ha afirmado que «la imbecilidad es una característica más del ser humano» y ha bromeado acerca de actuar como su amigo Buzz Aldrin cuando, al ser recriminado por un negacionista, le propinó un puñetazo.
Aprovechando su estancia en el Planetario, el ex-piloto ha hecho hincapié en la similitud entre la profesión de astronauta y de astrónomo, ya que ambas aman la Tierra y el cielo y sienten esa curiosidad por saber y comprender quiénes somos y a dónde vamos.
Estrella Digital