Aunque a lo largo de su historia ha habido varias suspensiones de las fiestas en honor de San Fermín, es la primera vez en los dos últimos siglos que se toma esta decisión por una epidemia, pese a que las ha habido de cólera o gripe española, según recuerda el historiador Miguel Izu. La última suspensión fue parcial, durante un día, y tuvo lugar en 1997 por el asesinato del concejal del PP Miguel Ángel Blanco a manos de ETA.
La alcaldesa en funciones, Ana Elizalde, en sustitución del alcalde, Enrique Maya, convaleciente de la COVID-19, ha dado a conocer una noticia que “por muy esperada que fuese, no deja de producirnos a todos un poso de tristeza”.
Y aunque aún faltan dos meses y medio para el 6 de julio, ha señalado que “parece evidente, y creo que ese es el sentir de la opinión pública, que nuestras queridas fiestas están muy reñidas con el coronavirus”, por lo que el Consistorio, en consenso con todos los grupos municipales, ha adoptado esta decisión.
Se trata de una suspensión que mira al futuro con un mensaje claro, ‘En cuanto podamos…#LosViviremos #Sanfermines’, que se va a difundir a través de vídeos en castellano, euskera, francés e inglés debido al carácter internacional de las fiestas que tradicionalmente se celebran en Pamplona del 6 al 14 de julio.
Este año los Sanfermines contaban con un presupuesto de algo más de 3 millones de euros, buena parte del cual, según ha apuntado, va a ser destinado a gastos derivados de las actuaciones llevadas a cabo para intentar paliar las consecuencias de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19.
La suspensión ha sido abordada por el Ayuntamiento con colectivos directamente afectados como las asociaciones de hosteleros y de turismo, unos de los más afectados, según Elizalde, quien ha dicho que trabajan en la búsqueda de fórmulas para generar actividad y tratar de compensar, al menos en parte, las pérdidas que ocasionará la suspensión.
Respecto a la posibilidad de celebrarlos en otras fechas este año, ha indicado que están abiertos a todo, pero la situación actual no permite saberlo ya que “estamos en un escenario imprevisible y ponerse a adivinar o a anticipar qué va a suceder dentro de cinco meses sería un ejercicio de irresponsabilidad».
«A día de hoy, parece complicado que puedan celebrarse este año, pero vamos a esperar a ver cómo evolucionan los acontecimientos”, ha dicho, al tiempo que ha reconocido que el 7 de julio será San Fermín y «de una manera u otra el corazón de cada uno lo va a celebrar».
En la medida que el Ayuntamiento pueda celebrar algo lo hará porque es «un día muy especial, pero es difícil aventurar ahora», ha remarcado.
Son conscientes de que los Sanfermines es «algo absolutamente dinámico, participativo e imaginativo», por lo que creen que la improvisación y la iniciativa ciudadana seguirá en la ciudad del 6 al 14 de julio pero con «el respeto a las normas sanitarias que durante este mes y medio los pamploneses han venido demostrando».
«La imaginación es libre, seguro que vemos escenas preciosas pero respetando las normas sanitarias», ha remarcado.
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