“Es una decisión que había comunicado a mi equipo de gobierno pero falta por consensuar y corroborar con el resto de grupos políticos, con los que está previsto celebrar una reunión y sacar, posteriormente, un comunicado institucional de toda la corporación local”, ha explicado.
“Se suspende por la situación que hay -debido al coronavirus- y por no poder asegurar la seguridad de la que la Tomatina siempre ha hecho alarde, de que es una de las fiestas más seguras del mundo. No podemos perder esa seña de identidad por estas circunstancias”, ha dicho.
La decisión de suspender la tradicional batalla a tomatazos que se celebra el último miércoles del mes de agosto, que reúne a miles de personas y que atrae a turistas de todo el mundo, supone, según la concejala, un “golpe muy duro” porque además este año se celebraba el 75 aniversario de esta fiesta, que desde su creación solo ha sido suspendida en una ocasión, en el año 1957 “por motivos políticos”.
Según ha explicado, durante la época franquista, un mandatario del Gobierno visitó Buñol y como coincidió con la fiesta los vecinos le tiraron tomates. “El entonces alcalde suspendió la fiesta al considerar que se había atentado contra el régimen”, ha relatado la concejala.
Tras la suspensión, ha recordado, se hizo una especie de manifestación encubierta de los vecinos reclamando su derecho a tener esta fiesta.
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