«Este premio es tan absoluto que me conmueve», reconoce en una conversación telefónica desde su domicilio en Roma, la ciudad en la que nació hace 91 años y en la que emprendió su gran carrera junto a grandes cineastas del momento.
El maestro italiano compartirá el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2020 con otro de los grandes compositores del Séptimo Arte, el estadounidense John Williams.
«Solo puedo agradecer esta bellísima, extraordinaria, ocasión», celebra desde el otro lado de la línea, para después asegurar que «ciertamente» acudirá a la ceremonia de entrega de los Premios en el Teatro Campoamor de Oviedo.
Tal es así que tiene bien clara la fecha de un evento que ya aguarda: «Es en octubre», subraya complacido.
Morricone dice sentirse «muy orgulloso» aunque, pausado, sostiene que nunca espera premios, a pesar de que en sus estanterías se acumulan los reconocimientos, entre estos el Óscar honorífico de 2007 y otro en 2016 por la brillante banda de «Los odiosos ocho».
«Yo nunca espero los premios porque cuando escribo música para el cine, para mi es suficiente con estar satisfecho con lo que preparo y que el público lo escuche con atención», apunta.
El maestro puede estar seguro de que lo ha logrado. Su repertorio ha acompasado algunas de las grandes producciones de la historia.
Inolvidables son sus temas para el padre del «Spaghetti western», Sergio Leone, en aquella «Trilogía del Dólar» protagonizada por Clint Eastwood: «Per un pugno di dollari» (1964), «Per qualche dollaro in più» (1965) e «Il buono, il brutto, il cattivo» (1966).
O qué decir de sus numerosos trabajos para su amigo, Giuseppe Tornatore, el más memorable en «Cinema Paradiso» (1988); el ritmo místico de «La misión» (1986) o los cánticos proletarios de «Novecento» (1976), el portentoso tríptico de Bernardo Bertolucci.
El compositor romano tiene también palabras de encomio para John Williams, con quien compartirá el premio, conformando el binomio más sobresaliente de la música cinematográfica.
«Le conozco, conozco lo que escribe y le conocí personalmente en Los Ángeles cuando recogí el segundo Óscar. Es uno de los grandes, conoce su profesión y la sigue con atención. Estoy orgulloso de obtener este premio junto a él», adelanta.
Morricone se toma unos instantes para meditar su relación con España… «No he trabajado muchísimo» para el cine español, apunta.
Pero pronto revela un nombre: Pedro Almodóvar. Para él compuso la banda de «Átame» (1989), una melodía de aires melancólicos para acompañar al romance entre Antonio Banderas y Victoria Abril.
«Almodóvar fue muy simpático pero fue muy silencioso cuando escuchaba mi obra», rememora.
Tiempo después el compositor y el cineasta coincidieron en Alemania, según explica, y se quitó la espina preguntándole si le había satisfecho el resultado de su composición: «Me ha gustado muchísimo», respondió el director español, según recuerda Morricone.
También compuso para el hijo del maestro del Surrealismo español, Luis Buñuel, Juan Luis Buñuel, concretamente para la película «Leonor» (1975).
El maestro italiano eligió «escribir música como una forma de comunicación», según reconoce en un comunicado de agradecimiento a la Fundación Premio Princesa de Asturias.
«Hoy es un día para reflexionar y pensar en el camino recorrido, sentir con humildad y gratitud que, quizá durante mi trabajo, he sido capaz de llegar a las personas y compartir con ellas la experiencia única que es la música», celebra, antes de dedicar el premio a su esposa María.
Estrella Digital