Así lo ha manifestado en una entrevista realizada por el diario ABC en la que la baronesa se fija en otros museos como el Louvre y su sucursal en Abu Dabi para justificar este deseo de abrir «una especie de sucursal» fuera de España con «exposiciones de larga duración» de unas «20 ó 25» obras tanto del Museo Thyssen como de su colección.
«El museo cobraría una parte y yo otra (de los beneficios). Sería una forma de que el museo tuviera más ingresos. Aliviaría un poco los gastos del Museo Thyssen y los míos. Podría hacerse en algún país serio, con todas las garantías», ha dicho Carmen Cervera.
Durante esta entrevista la baronesa también se ha defendido de las acusaciones de «chantajista» que la exministra de Cultura Angeles González Sinde ha vertido sobre ella después de que hace dos semanas la joya de la corona de su colección, el «Mata Mua» de Paul Gauguin, se haya convertido en el protagonista de las desavenencias entre la baronesa y el Gobierno.
Y lo es porque este lienzo -junto a «Caballos de carreras en un paisaje (1894), de Degas; «Martha Mckeen’ de Wellfleet» (1944), de Hopper y «El puente de Charing Cross» (1899), de Monet- ha salido del museo tras obtener por silencio administrativo el permiso de exportación, lo que abre las puertas a su venta.
«No he chantajeado a nadie en mi vida. No conozco la palabra chantaje. No está en mi vocabulario ni en mi forma de ser. No tengo por qué chantajear. Son mis cuadros. ¡Ya está bien! ¿Que carezco de sentido público? ¿Y qué es prestar mi colección gratuitamente a España desde el 92, abrir un museo en Málaga y ahora un museo en Cataluña? Pero, ¿qué es esto?», se ha preguntado al tiempo que insiste en que no tiene «intención» de vender el «Mata Mua».
Un lienzo que salió del Museo Thyssen al ver que las negociaciones con el gobierno de España «se complicaban»: «Y, si no quiero, no vuelve. Seguramente, lo prestaré para una exposición en el museo de Andorra. Podría ser este verano», ha avanzado.
Carmen Cervera ha reconocido a lo largo de la entrevista que no conoce personalmente al actual ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, con quien tenía que haber continuado la negociación sobre la prórroga del préstamo de su colección al Estado, la número dieciséis.
«Yo he intentado hacer lo mejor para mi país. No existiría el Museo Thyssen si yo no estuviera siempre pensando en mi país. Se me tiene que valorar, no se me tiene que estar atacando. Y darme las gracias porque existe un Museo Thyssen hoy día en Madrid y esta colección que he prestado gratuitamente», ha agregado.
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