Las primeras horas de los ‘No Sanfermines’ en este 6 de julio atípico se están desarrollando con normalidad y sin incidencias en las calles, según han informado el Ayuntamiento de Pamplona y el Gobierno de Navarra que han agradecido a la ciudadanía su comportamiento y su sentido de la responsabilidad para evitar aglomeraciones y cumplir la normativa derivada de la COVID-19.
Con emoción contenida se ha vivido el momento en el que debía lanzarse el chupinazo. A las doce del mediodía todas las miradas se han dirigido a la Casa Consistorial, donde a esa hora debía encenderse la mecha anunciadora de las fiestas en honor a San Fermín que, en esta ocasión y debido a la pandemia, han sido suspendidas, algo que no sucedía desde la Guerra Civil.
La COVID-19 ha provocado la primera suspensión de los Sanfermines por una epidemia en los dos últimos siglos, ya que las fiestas se han llegado a celebrar incluso durante los brotes de cólera del siglo XIX y la llamada gripe española de 1918.
Desde el 21 de abril se sabía que este año no iba a ver Sanfermines y desde entonces se han sucedido los llamamientos a la responsabilidad y a hacer de Pamplona «un ejemplo» ante la COVID-19, mensajes que este mismo lunes ha reiterado el alcalde, Enrique Maya, en una comparecencia ante los medios de comunicación en la Casa Consistorial poco antes del mediodía.
Al mismo tiempo, la plaza, que debía ser una fiesta, abarrotada de gente vestida de blanco, ansiosa por anudarse al cuello los pañuelos rojos, congregaba a grupos de personas, en un número limitado por el aforo (hasta 400), de blanco y rojo, con mascarillas y con las miradas puestas en el reloj de la fachada, en la que a las doce en punto se ha desplegado una gran lona, simulando un pañuelo rojo, con el lema «Los viviremos».
Con ese gesto simbólico y consciente de que las miradas de muchas partes del mundo estaban puestas en Pamplona, el Consistorio ha querido recordar que este año no hay Sanfermines pero que el que viene, las fiestas llenarán de nuevo las calles de la ciudad.
Mientras llega ese momento muchos pamploneses se resisten a olvidar las fechas en las que nos encontramos y aunque no hay ningún acto festivo programado, ni por el Ayuntamiento, ni por la Federación de Peñas, se han mantenido fieles a la costumbre de reunirse con familiares y amigos para almorzar antes del chupinazo.
Así, desde primeras horas de la mañana, con distancias de seguridad entre mesas y sin música sanferminera, los almuerzos en domicilios, bares y restaurantes (en la calle están prohibidos) han congregado a incondicionales que han comenzado ya la cuenta atrás para los Sanfermines del 2021.
La incertidumbre existente ante posibles aglomeraciones ha llevado a establecer un dispositivo especial por parte de los cuerpos y fuerzas de Seguridad tanto en la capital como en los accesos, que hasta el momento está transcurriendo con normalidad.
Los accesos a la Plaza Consistorial se han cerrado a las 11:50 horas, cuando ya se habían alcanzado las 400 personas permitidas y a esa misma hora, en la Plaza del Castillo se contabilizaban 925 personas de las 3.675 de aforo máximo permitido.
El vicepresidente del Gobierno Foral, Javier Remírez, ha destacado que los servicios sanitarios no han tenido una mayor actividad que cualquier otro día y el número de llamadas al teléfono de emergencias 112 ha sido el habitual de un lunes.
No se han reforzado líneas de autobuses, por lo que el tránsito de viajeros entre Pamplona y otras localidades navarras y de las comunidades limítrofes se ha mantenido dentro de la normalidad, lo mismo que ha sucedido con el transporte ferroviario, con 147 billetes vendidos para hoy frente a los 3.042 de 2019.
Pese a todo ello se insta a «no bajar la guardia» y a seguir demostrando «este ejemplo de civismo y de solidaridad. Si vamos por este camino, derrotaremos al virus», ha concluido Remírez.
Estrella Digital