El jurado ha valorado en su fallo el «activismo performativo riguroso y especialmente atento a las dinámicas contextuales socio-políticas» de la artista.
El trabajo de Bruguera se centra en el campo de la «performance» y gira en torno a temas como el poder y el control. Es una firme defensora de la intervención del arte en la sociedad y de su poder transformador.
Su defensa de la libertad de expresión a través de sus «performances» y sus protestas la ha llevado en distintas ocasiones a confrontaciones directas con el poder establecido, señala el ministerio en una nota.
Bruguera (La Habana, Cuba, 1968) se formó en la capital cubana y el Instituto de Arte de Chicago. A lo largo de su carrera ha participado en eventos artísticos internacionales como Documenta Kassel, y las bienales de Venecia, São Paulo, Shanghái y La Habana, entre otras.
Ha desarrollado su actividad en museos, galerías y centros de arte como Tate Modern (Londres), Santa Monica Museum of Art; Boijmans Van Beuningen Museum (Países Bajos), Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam (La Habana) o New Museum (Nueva York).
Ha sido reconocida con premios internacionales como la Beca Guggenheim (EEUU), el Premio Príncipe Claus (Países Bajos) y el Meadows Prize (EEUU), entre otros.
El jurado del premio ha estado integrado por Lola Jiménez-Blanco; directora general de Bellas Artes, la artista Soledad Sevilla, ganadora del año pasado; la artista Consuelo Vallina; Imma Prieto Carrillo, directora de Es Baluard; Lars Jakob Bang Larsen, director de Art Hub Copenhague, y otros expertos. EFE
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