Luna Ki, que ayer anunció por sorpresa su retirada del Benidorm Fest por la prohibición del uso de «autotune» en su canción «Voy a morir», ha defendido este lunes que «Eurovisión no es un concurso de habilidades vocales» y que esta tecnología de afinación es «parte de la esencia» de su tema.
«Podría haber dicho una excusa, algo relacionado con mi salud, pero como artista es muy importante la verdad. Sobre todo la verdad de mi arte, de cómo está hecho. No me voy a avergonzar de ello», ha reivindicado en una grabación colgada este lunes en Youtube.
La canción «Voy a morir» con la que se presentaba a la nueva preselección española para elegir al candidato en Eurovisión 2022 es un tema de pop-rock con tintes de «punk» electrónico en el que la voz principal ha sido modulada con el efecto robótico que le confiere el uso de «autotune».
En su vídeo, Luna Ki ha explicado que desde el inicio de la competición se le informó de que, en caso de hacerse con la victoria en Benidorm Fest, quizás no podría hacer uso de esa tecnología en la final europea de Turín del próximo 14 de mayo, pero que se «estaba trabajando con Televisión Española en lo necesario para poder hacerlo».
«No me hubiese presentado si hubiese sabido que las cosas iban a ser así», ha puntualizado.
Finalmente, el pasado miércoles se le confirmó la prohibición. «Se me cayó el mundo encima», ha dicho, aunque mantuvo silencio durante varios días para sopesar cómo explicar correctamente los motivos de su marcha a días del inicio del evento, que se queda así con 13 aspirantes.
«Habrá gente que dirá que no sé cantar sin autotune. Yo creo sinceramente que Luna canta, y que canta sin ‘autotune’, pero Luna Ki canta con ‘autotune'», ha defendido tras insistir que su uso «es parte de la esencia de esta canción, no solo como herramienta del directo o de la interpretación, sino también de la composición, del concepto».
En ese sentido, ha señalado que prescindir de su utilización sería como si un tema «hecho con guitarra eléctrica de repente fuese forzado a ser llevada a una guitarra acústica». «Perdería su fuerza», ha insistido al definirse como «intérprete» en el sentido amplio del término.
«Eurovisión no es un concurso de habilidades vocales en principio y por eso me presenté», ha añadido, antes de reclamar «un cambio» en la normativa del festival europeo para que «en unos años» se pudiesen ver proyectos más parecidos al suyo, «más electrónicos».
En su vídeo ha agradecido «la sensibilidad y comprensión de Televisión Española», así como la de sus seguidores y el resto de sus compañeros en Benidorm Fest, que precisamente debería haber arrancado este miércoles con su actuación en la primera semifinal.
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