La exposición “22 ventanas” ha dado el pistoletazo de salida a esta nueva apuesta con obras de diez artistas, haciendo alusión a las 22 aperturas de la prisión que conectan el interior con el exterior.
Hasta ahora, los proyectos del MAC podían verse en las instalaciones de Can Palauet y Ca l’Arenas, pero la reforma del edificio histórico ha permitido que el MAC disponga de una localización definitiva.
«Estamos muy ilusionados; para nosotros es un gran avance, una gran apuesta, un gran esfuerzo, pero recompensado porque al final todo esto es para los artistas», cuenta la comisaria de la muestra y directora del MAC, Gisel Noè, quien confía que esta decisión aportará públicos nuevos y sobre todo fortalecerá la vida cultural de la ciudad.
“22 ventanas”, que podrá visitarse hasta el 20 de marzo, abre las puertas a reflexionar sobre cuestiones como las estructuras detrás de internet o el miedo que produce el acoso sexual, aunque diversas obras giran alrededor del ambiente penitenciario.
La obra que preside la entrada, elaborada por Antoni Abad, es un reloj que da la hora en lenguaje de signos a través de dos monitores situados a ambos lados de la reja, donde la pantalla exterior cuenta con un fondo blanco, mientras que la interior tiene un fondo negativo, mostrando el diferente paso del tiempo para los presidiarios.
Por otro lado, el patio acoge un alzado a escala natural de una celda de La Modelo de Barcelona, donde el abuelo del artista Adrià Goula estuvo encerrado.
La primera sala de exposiciones alberga «Teorética del pan» de Xavier Arenós, ocho esculturas de diferentes alturas hechas con pan que representan las clases proletarias, cuya estatura era de media muy baja debido a las condiciones de vida; así como «Línea de horizonte», una línea azul al eje de los ojos de los que lucharon en la Guerra Civil, cuya media era una de las más bajas de Europa.
«Lo que pretende es abrir lo que hasta el momento había sido un espacio de cierre, de tener a la gente en prisión; además, la alegoría puede llegar a los extremos de lo que ha supuesto para todos nosotros una ventana, una apertura al exterior, en momentos de pandemia», explica el también comisario David Santaeulària.
Santaeulària remarca que la exposición colectiva «proyecta el futuro del MAC con disparidad de proyectos», entre los que se encuentran las obras de Antoni Abad, Daniel G. Andújar, Xavier Arenós, Irene Bou, Azahara Cerezo, Adrià Goula, Joana Moll, Mireia c. Saladrigues, Marc Salicrú y Tanit Plana.
Asimismo, el comisario hace hincapié en la importancia de que algunos proyectos de esta primera exposición «huyeran precisamente de la temática penitenciaria para que no se iniciara una programación de una manera tan marcada» y que el ambiente penitenciario no condicionara el proceso de creación de los artistas. EFE
Sara Soteras