El Festival Internacional de Títeres de Segovia (Titirimundi) ha comenzado este jueves su trigésima sexta edición con las primeras actuaciones en las calles y plazas de la ciudad, algo que no ocurría desde 2019 por la irrupción de la crisis sanitaria del coronavirus.
La previsión es que hasta el próximo lunes, 16 de mayo, se lleven a cabo en esta capital de provincia 177 actuaciones de 33 compañías procedentes de diez países y, de entre todas ellas, la escogida para el acto de inauguración oficial esta noche ha sido «Macbeth muet», de la compañía canadiense La Fille Du Laitier.
Se trata de una adaptación de la tragedia de Shakespeare llevada al teatro de objetos, sin texto hablado y con mucha sangre, un espectáculo que se estrena por primera vez en España y en un idioma distinto al inglés y el francés para los carteles que muestran algunos intertítulos, como en las películas de cine mudo.
La directora de la compañía, Marie-Hélène Bélanger, ha explicado durante un encuentro con periodistas este jueves que se trata de una reinterpretación más «visceral» y hecha «desde las tripas», ya que apela a las imágenes y no al texto, y permite además acercar temas tan universales como la sed de poder al público.
Según ha informado a los medios sobre las expectativas de esta edición la directora del festival, Marián Palma, todas las entradas que se vendieron de forma anticipada para funciones en los patios de diferentes enclaves en la ciudad, como el Palacio de Segovia o el Torreón de Lozoya, se han vendido.
Ha recalcado que siempre dejan un porcentaje de pases para vender en taquilla una hora antes de cada función y que, en el caso de los teatros y salas en interior, aún quedan entradas.
Palma ha celebrado que otro de los indicativos de la vuelta a la normalidad para el festival ha sido la instalación del Carrusel d’Andrea a los pies del Acueducto, que lleva funcionando desde el pasado 29 de abril.
«El personal que está trabajando en el carrusel nos lo dice, que la gente está entusiasmada, están de enhorabuena por recibir de nuevo a Titirimundi, y nosotros con muchísimas ganas de volver a dar esta identidad propia del festival que estos años no ha podido ser», ha señalado
Aunque la celebración oficial del pistoletazo de salida no era hasta por la noche, a lo largo del día ya se han llevado a cabo algunas funciones de «Las aventuras y desventuras del Barón de Münchausen», de la compañía Hermanos Sabbattini, un homenaje a la maquinaria y la técnica en el teatro y a las artes de la marioneta.
Por la tarde, uno de los clásicos de Titirimundi, El Circo de las Pulgas, ha realizado funciones cada media hora desde las cinco de la tarde en el patio de la Casa de Abraham Senior.
A las seis y media y a las siete, Matito, el protagonista de un espectáculo de títere de guante y canción popular basado en el humor, detrás del cual está el actor Arnau Colom, ha sido el encargado de devolver Titirimundi a las calles por primera vez desde la pandemia, en este caso en la céntrica Plaza de San Martín.
Otra de las facetas más tradicionales de esta cita, además de volver a celebrarse en mayo en vez de en septiembre, como los dos últimos años por la pandemia, ha sido la vuelta este 2022 de la campaña escolar Titiricole.
Una revisión del amor romántico inspirado en el cuento de La Sirenita de mano de la compañía Periferia, una versión muy particular de Blancanieves a través de un espectáculo con lámparas de La Chana y el tradicional cuento de la ratita presumida, de la mano de los Titiriteros de Binéfar, han sido las estrellas de esta primera jornada para el público escolar.
A partir de mañana, está prevista una programación más amplia, con muchas más funciones simultáneas en diferentes puntos de la ciudad y otras actividades que se han retomado desde que empezó la crisis sanitaria, como talleres para construir títeres con material reciclado o visitas guiadas sobre la relación del festival con la ciudad.