Una tensión sin precedentes se ha vivido en los últimos días en Chiva (Valencia) por la casi no celebración de su ‘Torico de la Cuerda’ tras un retraso en la entrega de la documentación pertinente, que además desató una pequeña guerra entre el Ayuntamiento y la Peña Taurina. Finalmente, la Conselleria de Justicia e Interior de la Generalitat Valenciana ha autorizado las fiestas fijadas del 17 al 19 de agosto, como cada año. Está considerada por la institución autonómica como Bien de Interés Turístico.
Pero ante el anuncio que preveía la no realización del festejo, la población también se vio dividida por quienes se mostraban aliviados por no tener estos actos taurinos y los que defienden la tradición. «Es un claro ejemplo de cómo las tradiciones pueden dividir a una comunidad, especialmente cuando están en juego cuestiones éticas y de bienestar animal», ha expresado la agrupación ciudadana PAT Chiva. Se han puesto en evidencia «conflictos, divisiones y desigualdad», han señalado.
Esta organización también denuncia las protestas que realizó la Peña Taurina tanto de forma verbal como a través de una campaña mediática «hablando en nombre de todo el pueblo y defendiendo la celebración de las fiestas taurinas como una tradición que, según ellos, representa a la comunidad en su conjunto», han añadido.
La alcaldesa del municipio, Amparo Fort, anunció un recurso y una cautelar, que finalmente han dado resultado, y en aquel momento, PAT Chiva criticó esta decisión al considerar que el Ayuntamiento «cede ante las presiones del lobby taurino y un sector de la población que es violento». Según la agrupación, las declaraciones del consistorio, calificando el retraso de las fiestas al día 23 como «algo muy grave», demuestran «un claro alineamiento con los intereses del lobby taurino».
Otra polémica…
Según un comunicado de PAT Chiva, este año, la organización de los festejos decidió adelantar las celebraciones, comenzando el 5 de agosto con actividades infantiles. Los primeros días estuvieron marcados por una serie de actividades pensadas para los más pequeños, incluyendo un «torico» infantil, representado por un carro con cuernos, y otras actividades lúdicas.
La asociación denunció que, a pesar del carácter familiar de estas primeras jornadas, no tardaron en surgir problemas. Al finalizar la actividad del «torico» infantil, muchos niños se lanzaron a una balsa de agua donde el baño está prohibido. La policía local no tomó medidas de ninguna clase al respecto, lo que, según la agrupación, demuestra una «evidente falta de seguridad» y una «nula actuación por parte de los cuerpos de seguridad del Estado ante el incumplimiento de la normativa», especialmente cuando están implicados menores de edad.
De hecho, desde PAT también afirman que, ante la noticia de que volverá a haber eventos con animales durante el 17 al 19 de agosto, varios miembros de la Peña Taurina de Chiva lo han celebrado bañándose de nuevo en la balsa donde está prohibido el baño, «a gritos», conscientes de que «pueden hacer lo que quieran sin que sean condenados», incumpliendo el reglamento, «como de costumbre».