Tras el éxito de su anterior obra «Esperando al diluvio», Redondo traslada al lector nuevamente al Valle del Baztán, el escenario que ha marcado la carrera de la escritora, pero en esta ocasión con un enfoque renovado y una protagonista fuera de lo común.
El «NASH» que da título a la novela hace referencia al protocolo forense que clasifica las muertes como naturales, accidentales, suicidas o homicidas, un sistema que la autora utiliza para dar forma a su historia de forma intrincada, explorando las causas que acechan detrás de los crímenes y las heridas invisibles que dejan en las personas. Esta vez, Redondo nos presenta a Nash, una psicóloga forense que, alejada de los típicos personajes de investigación policial, pone el foco no en el agresor, sino en la víctima, haciendo que su trabajo sea mucho más complejo y fascinante.
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En un contexto histórico cargado de tensión, «Las que no duermen NASH» se sitúa en marzo de 2020, justo antes de que el confinamiento cambiara la vida tal y como la conocíamos. La protagonista se enfrenta a una investigación contrarreloj, lo que añade aún más suspense al relato. La novela no solo tiene como telón de fondo los Valles Tranquilos de Navarra, sino también el eco de las leyendas que han perdurado en esta región, influenciada por la mitología local y las tradiciones ancestrales.
Redondo aprovecha su habilidad para narrar grandes desastres naturales y situaciones límite, como lo hizo en su primera trilogía, para intercalar momentos de pura catarsis emocional, donde las tormentas y tragedias se convierten en vehículos para profundizar en los personajes. Así, su nueva obra explora los lazos familiares, los secretos guardados a lo largo de generaciones y la figura de la mujer, a menudo incomprendida y castigada por su inquietud y su deseo de romper con los moldes establecidos.
Durante una reciente entrevista, la escritora donostiarra explicó que el título de su novela, «Las que no duermen», rinde homenaje a esas mujeres que, a lo largo de la historia, no se conformaron con la sumisión impuesta. Estas mujeres, que no se resignan a «dormir» cuando la sociedad se lo ordena, sino que permanecen despiertas, inquietas, desafiando el statu quo. De este modo, la autora denuncia cómo esta actitud ha costado la vida a muchas mujeres, a través de la historia, y se convierte en un homenaje a todas esas mujeres que lucharon por la justicia y la libertad.
La obra también se inspira en un crimen real ocurrido en la sima de Gaztelu, en los Valles Tranquilos, cuyo misterio ha perdurado durante décadas. Sin embargo, la trama de la novela no se centra en este suceso, sino en cómo la memoria histórica y el trabajo de un psicólogo forense pueden arrojar luz sobre los eventos ocultos en el pasado, ayudando a entender las huellas que los seres humanos dejan en su entorno y, en este caso, sobre las víctimas de un crimen aún no resuelto.
Dolores Redondo continúa explorando la compleja relación entre el individuo y su entorno, y «Las que no duermen NASH» se convierte en una obra imprescindible para los seguidores de la autora, que no solo encontrarán en ella una novela de misterio, sino una profunda reflexión sobre la condición humana, el sufrimiento, el amor y la muerte.
Si hay algo que destaca en esta nueva entrega es la incorporación de una nueva figura en el género de la novela negra, una psicóloga forense que, más allá de ser una simple observadora, se convierte en el puente entre los vivos y los muertos, entre la ciencia y la intuición, desentrañando los secretos más oscuros de la familia y la sociedad. Sin duda, Redondo sigue marcando el paso con su característico misticismo y realismo, regalándonos una novela que se lee como una terapia para el alma.