La Asociación Española de Pintores y Escultores (AEPE) ha dado un paso histórico en la protección del patrimonio artístico. En un evento celebrado el pasado 12 de diciembre en Madrid, se presentó “el primer DNI digital de las artes plásticas”, un innovador sistema que garantiza la autoridad y propiedad de obras como cuadros, esculturas y otras creaciones artísticas.
El desarrollo de este dispositivo corre a cargo de la empresa Pukkart y consiste en un adhesivo de alta tecnología que se integra directamente en la obra. Este adhesivo, al ser escaneado con un lector especial, proporciona acceso a una base de datos que contiene información sobre el autor, las características de la obra y su propietario, ya sea un coleccionista, galerista o museo. Según los responsables, este sistema asegura la legitimidad de las obras y permite seguir su trayectoria a lo largo del tiempo.
Seguridad al nivel de billetes de curso legal
Fabricado por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, el adhesivo cuenta con un pegamento que cristaliza al aplicar, haciendo inseparable de la obra. Además, incluye medidas de seguridad comparables a las de un DNI o billetes en circulación, lo que lo convierte en una herramienta robusta frente a falsificaciones.
La tecnología detrás de este sistema se basa en ‘blockchain’, garantizando que los metadatos asociados a cada obra sean “inmutables e inhackeables”. Estos datos pueden incluir desde su paso por el mercado del arte hasta restauraciones o modificaciones sufridas, formando un registro que documenta las “vivencias de la obra”.
El presidente de la AEPE, José Gabriel Astudillo, destacó el impacto positivo de este avance: “Es una buena noticia para los artistas y propietarios de obras de arte y mala noticia para falsificadores, copiadores y ladrones”. Según diversos estudios citados por Astudillo, entre un 10 y un 40 % de las obras en el mercado podrían ser falsificaciones.
Una identidad propia para cada obra
Joaquín Aguilar, responsable de Digitart, la empresa cordobesa que desarrolló el adhesivo, explicó que el objetivo es dotar a cada obra de “una identidad propia reconocible, como las personas”. Este sistema no solo certifica la autoridad y propiedad intelectual, sino que también incluye trazabilidad en las transacciones, geolocalización y mecanismos antifalsificaciones, marcando un antes y un después en la protección de las artes plásticas.
El pintor Jesús Alcolea, vicepresidente de la empresa SignArts, subrayó la importancia de este avance: “Es increíble que, hasta ahora, las obras estuvieran identificadas con un trozo de papel pegado al dorso en el que se detallan sus características y que está firmada y sellado por el autor”.
Una iniciativa de alcance global
La idea, impulsada por investigadores de la Universidad de Córdoba, ya ha sido adoptada por el Ayuntamiento de la ciudad. Durante una prueba piloto con el Museo Julio Romero de Torres, se identifican obras de su patrimonio artístico utilizando este sistema. Lourdes Morales, teniente alcalde y concejal de Modernización Digital, destacó cómo esta tecnología contribuye a frenar “posibles robos y desapariciones inexplicables de obras de arte”.
Además, el sistema incorpora geolocalización y sensores que monitorean las condiciones de la obra, asegurando que, en caso de préstamos internacionales, el retorno sea del original y en óptimas condiciones.
Con el objetivo de expandir su uso, los promotores del dispositivo planean una gira internacional que comenzará en México y China en 2025.
Este avance coloca al mundo del arte en la era digital, y redefine los estándares de seguridad y autenticidad en las artes plásticas.