domingo, marzo 9, 2025
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Los españoles perdidos de Mali: siguiendo el rastro de nuestros ancestros en el país africano

Si viajáis a Mali y veis a la etnia Arma, que no os sorprenda su color de piel, que no os sorprenda su religión, que no os sorprenda su forma de vida... porque, tirando por los cordones del tiempo, puede que muchos de ellos tengan vuestra misma sangre o la misma sangre de El Cid

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Norberto Ruiz Lima
Norberto Ruiz Lima
Escritor y filólogo. Teniente coronel (R) del Ejército de Tierra. Director de la Biblioteca del Cuartel General del Ejército.

La biblioteca del capitán

«¿Por qué, por qué no hemos ido a visitar a estos Ruma del Níger, nuestros nobles parientes?

Ortega y Gasset, El Sol, 12 de marzo de 1924.

Nunca hay que olvidarse de pasar por una biblioteca antes de iniciar cualquier viaje, porque encontrarás en los anaqueles más insospechados unos libros que, sin duda, se anticiparon a tus pasos.

Antes de comenzar mi viaje a Mali, la estantería BD-V de la Biblioteca del Capitán me dio una grata sorpresa. Nunca pensé que Ortega y Gasset me indicaría parte del camino; pero, sabiendo que los gigantes como Ortega lo abarcan todo, cómo no imaginar que también podía llevarme por África nada más y nada menos que de la mano de León Frobenius.

El tomo III de las obras completas de Ortega, que abarca los años 1915-1925, en su página 655 me deparó una sorpresa sin buscarla: «África ha sido siempre tierra de leones. El clásico entre los historiadores europeos de África se llamó León Africano, y hoy es León Frobenius, el mayor doctor en africanidades», escribe Ortega en el diario El Sol el 12 de marzo de 1924.

Las ideas de León Frobenius es una colección de artículos publicados por Ortega y Gasset en el diario El Sol los meses de marzo y abril de 1924, después de que el etnólogo y africanista alemán viniera a la Residencia de Estudiantes a dar una serie de conferencias. ¡Tuvo que venir un alemán a explicarnos que había miles de descendientes de españoles en África, en la curva del río Níger: los Arma!

Pues sí, resulta que hay miles de descendientes de españoles en la curva del Níger

Desde luego, África ha sido terreno de los etnólogos y descubridores alemanes, y siempre queda la duda de por qué no ha habido africanistas españoles. Escribe Ortega: «Aunque no fuera más que para visitar a nuestros parientes, debimos perforar el vasto misterio africano».

Espanoles En Mali

Pues sí, resulta que hay miles de descendientes de españoles en la curva del Níger. Una historia de España tan bella y curiosa como son todas las historias de España que se han dado a lo largo del ancho mundo.

Si viajáis a Mali y veis a la etnia Arma, que no os sorprenda su color de piel, que no os sorprenda su religión, que no os sorprenda su forma de vida, que no os sorprenda su nueva cultura, que no os sorprenda nada; porque, tirando por los cordones del tiempo, puede que muchos de ellos tengan vuestra misma sangre o la misma sangre de El Cid.

Yuder Pachá, que llegó a Tombuctú al mando de 6.000 guerreros, nació en Cuevas de Almanzora y en las playas almerienses

Y esta historia de la etnia Arma comienza con el nombre de Yuder Pachá, que llegó del norte a Tombuctú al mando de 6.000 guerreros, la mayoría de ellos provenientes de la península ibérica.

De niño, Yuder Pachá se llamó una vez Diego de Guevara, incluso pudiera llevar el apellido Cervantes de notable ascendencia morisca.

Había nacido en Cuevas de Almanzora y en las playas almerienses. Con aproximadamente nueve años, fue capturado por piratas berberiscos, castrado y enviado a Tánger, donde le esperaba un futuro de esclavitud de por vida.

Su lengua materna era el castellano, pero pronto dominó el árabe y en la corte del sultán de Marrakech empezó a sobresalir hasta el punto de que el sultán le dio una educación burocrática y militar. Se labró una leyenda de guerrero invencible tras participar en la batalla de Alcazarquivir, la batalla de los Tres Reyes, contra los portugueses, donde borraron del mapa de África al ejército del rey Sebastián.

El sultán de Marrakech eligió a Yuder Pachá, tras concederle la libertad, para una empresa que parecía inalcanzable

Después de probar que esa espada que rompió tantas almas enemigas no merecía una mano esclava, Al Mansur, sultán de Marrakech, le da la libertad y lo elige para llevar a cabo una empresa que parecía inalcanzable:

«Puesto que la ruta del oro iba desde Tombuctú y toda la curva del Níger hasta la costa de Guinea donde embarcaba en naves inglesas y portuguesas para llenar las arcas europeas, el sultán cree que, como ya ha obtenido la victoria en Alcazarquivir por tierra, puede volver a hacerlo, cortar por lo sano y conquistar directamente Tombuctú y acabar con el imperio Songhai».

Pero aquí entra en juego el inconmensurable desierto del Sáhara y, para ello, necesitará unos soldados duros como el acero, correosos como el cuero y expertos en mil años de combates. Ya ha elegido al jefe: Diego de Guevara.

Diego De Guevara Mali

Los arcabuceros españoles, bajo el mando del hombre que un día respondió al nombre de Diego de Guevara, se hicieron con la victoria

Y Diego de Guevara ha elegido llevar, para tan difícil empresa, 6.000 mil hombres; más de la mitad de ellos tenían sus orígenes en la península ibérica: moriscos, renegados cristianos y mercenarios arcabuceros, muchos de ellos veteranos de Flandes.

Combatir en Flandes y en la curva del Níger, ¡casi nada! Soldados como esos no los habían visto antes en estas tierras rojas de Mali y lo demostrarían pronto en la gran batalla de Tindibi, en los alrededores de Gao, donde el askia Ishaq II (el último gobernante del Imperio Songhai), al mando de un ejército muy superior en número, no pudo hacer frente a los arcabuceros españoles y a las bregadas tropas de Yuder Pacha, que un día respondió al nombre de Diego de Guevara.

Así narró la épica victoria Ortega y Gasset en el diario El Sol

Ortega y Gasset no da crédito a lo que oye de León Frobenius y, como sabía muy bien cómo se las gasta la posteridad, escribió en el diario El Sol su artículo sobre Las ideas de Frobenius, donde cuenta en un breve capítulo la conquista del imperio de Mali en la curva del Níger:

«Donde el Sáhara termina y el Sudán comienza, sobre el codo del Níger, se halla la ciudad santa de Tombuctú, en la cual hasta 1900 no habían penetrado más de tres o cuatro europeos. Fue en tiempos una urbe gigante y sabia por la que peleaban una y otra vez los pueblos del desierto y los reyes tropicales. Pues bien: allí viven desde hace cuatro siglos nuestros parientes.

A finales del siglo XVI, un sultán de Marruecos quiso lo que parecía imposible: arrebatar Tombuctú a los tuaregs. Para ello contrató a un gran número de españoles con armas de fuego, las primeras que aparecían en este fondo africano.

Los soldados españoles ganaron la batalla más grande que nuestro pueblo ha ganado al otro lado del Estrecho y, victoriosos, se avecindaron en Tombuctú, tomaron mujeres del país y crearon estirpes que aún perduran. Orgullosos de su origen hispano, conservaron una exquisita disciplina aristocrática, y sus familias aún representan los núcleos nobles del país».

Mali Africa

Durante dos siglos se habló castellano antiguo en la curva del Níger

Mucho tuvieron que combatir durante más de dos siglos para que descendientes de habitantes de esa España del siglo XVI gobernaran la curva del Níger y los tesoros de Tombuctú.

Los arma, de piel blanca y provenientes de la península ibérica se casaron con mujeres songhai, y el río ha estado viendo a sus descendientes durante cuatro siglos, y ha visto cómo cambiaba el color de su piel y su lengua, aunque mantienen muchos vocablos andalusíes.

Durante dos siglos se habló castellano antiguo en la curva del Níger. Y el río cree que ese nombre de etnia proviene de la palabra española «arma», porque en combate gritaban «al arma» o bien de la palabra árabe ‘ar-rumah’, que significa arcabucero.

El Níger sabe que el castellano y su escritura aljamiada fue lengua oficial junto al árabe durante dos siglos. Para corroborarlo el río recuerda, así a voleo, el nombre de los gobernadores de Tombuctú después de Diego de Guevara y va supurando estos nombres y su lugar de origen: Almería, Granada, Córdoba, Almería, Córdoba.

«¿Por qué, por qué no hemos ido a visitar a estos Ruma del Níger, nuestros nobles parientes?»

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