De ahí surgió la idea del libro «Adiós al hambre emocional» (Editorial Edaf) pero, como reconoce la autora, Laia Solé, en una entrevista, al final ha ido «bastante más lejos».
Solé (Barcelona, 1986), especialista en «alimentación consciente», aborda «de forma holística» un «fenómeno complejo» como es la relación que las personas tenemos con la comida.
«El hambre no es solo una respuesta fisiológica a la necesidad de nutrición. Si solo atendiéramos al hambre física, comeríamos muy pocas veces al día. Intervienen aspectos culturales, familiares, genéticos y, sobre todo, emocionales y psicológicos», apunta.
«Si me hubiera centrado en lo que ponemos o dejamos de poner en el plato, en pesar cantidades de alimentos y en contar proteínas, estaría ofreciendo una mirada muy reducida de lo que es la alimentación. Eso es en lo que se centran la mayoría de autores y de teorías alimentarias. Yo de nutrición no hablo, giro el foco y lo pongo en la persona», aclara.
Lo hace de una forma «sencilla y práctica», invitando al lector a «a bajar al terreno de juego», con un montón de ejercicios en los que combina herramientas de Programación Neuro-Lingüística, ‘coaching’ y ‘mindfulness’, entre otras disciplinas terapéuticas en las que también se ha formado y que utiliza para acompañar a personas que no saben relacionarse de forma sana con la comida.
Y es que detrás de su primer libro, hay una historia personal con el hambre emocional y con la no aceptación de sí misma: «Durante una época yo también estuve en el fanatismo alimentario. Es absurdo poner una dieta, por muy saludable que sea, a alguien que vive su relación con la comida como si fuera una lucha, porque la percibe como una imposición, un castigo».
Por eso Laia Solé defiende «la filosofía de la no dieta» y reivindica «volver a comer de una forma consciente e intuitiva» como un camino hacia la felicidad. Y lo deja claro con el subtítulo de su libro: ‘Deja de comer a todas horas y consigue tu peso ideal sin dietas’.
«Las personas vemos el problema en la dieta, en comer compulsivamente, en los kilos que te sobran o en el cuerpo que no te gusta cuando te miras al espejo, pero eso es solo la punta del iceberg, el síntoma que esconde otros temas que poco tienen que ver con la comida», afirma.
«Adiós al hambre emocional» va dirigido a ese tipo de personas. «Las que están en lucha con su cuerpo, que no se aceptan, que llevan años saltando de dieta en dieta sin conseguir resultados, bailando en el efecto yo-yo.», resume.
«Nuestra forma de comer refleja nuestra manera de vivir», advierte Solé, quien por eso guía al lector hacia una relación «de amor» con la comida: «Hemos de saber conectar con ella y disfrutarla con la mente y con el cuerpo. Ahora tengo hambre, ahora la saboreo, ahora ya estoy satisfecha… Eso es la alimentación consciente».
Quizá porque ser conscientes de nosotros mismos y aceptarnos nos acerca a la libertad, Laia Solé utiliza el ejemplo de un pájaro para resumir el contenido de su libro.
«El cuerpo del pájaro serían cuatro hábitos de alimentación consciente: comer cada vez que tengas hambre, comer lo que te apetezca, no lo que crees que debes comer; saborear y disfrutar de la comida y parar de comer cuando ya te sientas satisfecho. Un ala sería la aceptación: acepta tu cuerpo y ámate tal como eres. Y la otra ala, la autocompasión: háblate como le hablarías a la persona que más quieres y no seas tan exigente contigo».
Estrella Digital