Aunque es un actor con una larga trayectoria televisiva y cinematográfica, es ahora cuando se está consolidando su carrera, por papeles, entre otros, como el que protagoniza en El francotirador, dirigida por Clint Eastwood, y por lo que ha estado nominado al Óscar como mejor actor.
Como hemos comprobado en multitud de ocasiones, cine y moda van de la mano, y actores como Bradley Cooper, considerado uno de los mejores de su generación, ha empezado a sacarle el máximo partido a este binomio. Como si del guión de una película se tratase, está ajustando su vestuario a las exigencias de su popularidad, y en sus apariciones publicas, cada vez muestra un estilismo más cuidado y pulido.
Cada vez que acude a cualquier evento o pisa una alfombra roja, se cuela en la lista de los hombres mejor vestidos, destacando por su elegancia y por mostrar un vestuario impecable.
Recientemente, lo hemos visto impecable en la pasada Gala de los Óscar, con esmoquin y chalequillo a juego de Ferragamo.
El año pasado sin embargo, apostó por Tom Ford, al igual que lo hizo en la edición de 2013, donde acudió acompañado por su madre.
Al ser considerado uno de los hombres más atractivos del universo celeb, también lo hemos podido ver en publicaciones de gran importancia en el mundo de la moda, como es la revista masculina GQ.
Sin embargo en su día a día, Bradley nos tiene acostumbrados a estilismos más desenfadados; usa ropa deportiva y cómoda, por lo que sus looks son más sport. Suele ir ataviado con abrigos, botas o botines, gorros de lana y gorras, y por su complemento estrella, las gafas de sol. Y en estaciones más cálidas, podemos verlo con básicos como jeans desgastados y camisetas lisas de colores neutros.
Tanto para acudir a eventos como en su vida personal, siempre acierta al escoger sus estilismos; podemos decir que se está convirtiendo en todo un icono de moda masculina.