Es una de las conclusiones de un estudio realizado con los datos de los ingresos por infarto registrados durante quince años en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Cantabria y publicado en la Revista Española de Cardiología (RED), publicación científica de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
El estudio ha analizado además, la correlación entre los principales contaminantes atmosféricos y los ingresos por infarto y han encontrado una relación directa y significativa.
Los datos obtenidos ponen de manifiesto que la mortalidad de los pacientes ingresados por infarto durante los meses más fríos (enero, febrero, noviembre y diciembre) alcanza el 10 por ciento mientras que de los que fueron ingresados en agosto, mes en el que se registró el mínimo, fallecieron un 7,8 por ciento.
Durante los años de estudio, el Hospital atendió a 9.871 personas ingresadas por infarto agudo de miocardio, siendo febrero el mes con el máximo promedio de ingresos por esta causa, que disminuyen durante la primavera y registran su mínimo en mayo y junio.
Además, se ha comprobado que el mayor número de ingresos se han producido en los días laborales, siendo el martes el día que más infartos se registraron y el sábado el que menos.
Recuerdan que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que un 24 por ciento de la morbilidad mundial son personas que enferman en un lugar y un periodo de tiempo determinados en relación con el total de la población, sin embargo, un 23 por ciento de la mortalidad es atribuible a factores ambientales.
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