El doctor José Antonio Pérez Molina, que copreside en Toledo el XI Congreso Nacional del Grupo de Estudio del Sida (GeSIDA) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), ha explicado que uno de los principales problemas que hay en España es el del diagnóstico precoz.
Pérez Molina ha comentado que se sigue diagnosticando tarde a los pacientes con infección por VIH, ya que el 47 por ciento se diagnostican con recuentos de linfocitos CD4 muy bajos, lo que hace que los beneficios del tratamiento sean menores y, además, como estas personas están infectadas y no lo saben, pueden transmitir la infección sin querer.
Se estima que en España viven entre 130.000 y 170.000 personas infectadas por el VIH, de las cuales el 14 por ciento desconocen que tienen la infección, lo que dificulta que pueda alcanzar los objetivos 90-90-90 de Onusida, que plantean que el 90 por ciento de las personas con VIH estén diagnosticadas, que el 90 de los diagnosticados reciban tratamiento y que el 90 por ciento de éstas tengan carga viral indetectable.
Según los últimos datos de la Estimación del Continuo de Atención del VIH en España, correspondientes a 2016, el 86,2 por ciento de la población española con VIH estaba diagnosticada, el 93,4 por ciento ya recibían tratamiento y la supresión viral se encontraba en el 90,4 por ciento de los casos.
Al respecto, Pérez Molina ha indicado que hay distintos factores que están actuando para que se dé esta situación, en particular «que el grado de alerta de la sociedad ha caído mucho».
Pero no debe olvidarse que es una enfermedad transmisible «por lo que si no se actúa en prevención y en sensibilización de la población al final seguirá habiendo 3.000 casos nuevos todos los años», ha advertido Pérez Molina, que ha añadido que «somos el país de Europa Occidental que tiene una mayor incidencia de VIH».
Y aunque ha disminuido la fracción no diagnosticada, del 20 al 25 por ciento que había hace cinco años hasta el 14 por ciento actual, es necesario que el porcentaje se reduzca aún más, porque una persona que no conoce que está infectada transmite la infección y además, casi en el 50 por ciento de los casos se están diagnosticando tarde, lo que disminuye los beneficios de los tratamientos antirretrovirales, ha insistido.
Los expertos abogan por «no bajar la guardia» y fundamentalmente por hacer esfuerzos adicionales sobre el diagnóstico precoz, y como el número de nuevos casos anuales es aún muy elevado, por usar nuevas herramientas, como la Profilaxis Pre-Exposición (PrEP) en grupos con elevado riesgo de infección.
En este sentido, han recordado que la Comisión Interministerial de Precios de Medicamentos ha aprobado recientemente su financiación, que ha sido calificada como «una decisión acertada», por el otro presidente de GeSIDA, Esteban Martínez, que ha planteado también otras medidas para afrontar los retos del futuro.
Entre estas está la necesidad de hacer cambio del modelo asistencial, ya que está aumentando la edad de las personas con infección por VIH por la eficacia de los tratamientos, aunque desarrollan enfermedades asociadas al envejecimiento, lo que precisará una atención y abordaje especial.
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