En un comunicado, el centro de investigación CREAF ha asegurado que es necesario cambiar el modelo de gestión del verde urbano, y que este sea «coherente con la emergencia climática».
«Gestionar de manera selectiva, o hacerlo de una forma menos intensa, es un cambio de paradigma que reduce la necesidad de agua, pesticidas y abonos en estos espacios», ha comentado el director del CREAF y catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona, Joan Pino.
Pino ha apuntado que «nos tenemos que acostumbrar a ver herbazales dentro de las ciudades que pasan del verde al amarillo, mientras las plantas florecen y fructifican, porque esto permite que proliferen muchos otros organismos».
Este modelo menos invasivo favorecería el mantenimiento de la biodiversidad, ya que por un lado «reduce el gasto energético» y por otro favorece nuevos espacios para los insectos polinizadores, en declive en todo el mundo».
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