Ortiz de Lejarazu dirige desde este lunes, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, el curso «Vacunas y vacunaciones en la era de la COVID-19», donde ha hecho estas afirmaciones.
Durante su intervención, ha sostenido que adelantar la campaña de la vacunación de la gripe «no va a tener un impacto importante».
«Estas coberturas, en el mejor de los casos, en España, no llegan al 18 por ciento de la población y, aun así, la efectividad es baja», ha señalado el virólogo, quien ha añadido que lo que se busca es evitar hospitalizaciones, ingresos en las unidades de cuidados intensivos y defunciones, que ha recordado que en el mundo son unas 650.000 anuales por la gripe.
Según ha dicho, el virus de la gripe «no está teniendo protagonismo» en otros países del hemisferio sur, lo que se debe a que la búsqueda de casos, el personal y la capacidad analítica se ha desviado hacia el coronavirus y no se esté pudiendo detectar todo lo que se solía detectar.
Además cree que las medidas de distanciamiento físico y de higiene sanitaria adoptadas frente a la COVID-19 pueden estar impidiendo «de una manera importante» el avance de la gripe.
«Los virus respiratorios no se equivocan y no se pisan la manguera. Es más probable que la epidemia de la gripe sea menor que otros años», ha enfatizado.
Sobre la transmisión de la COVID-19, el director del Centro Nacional de Gripe ha señalado que el coronavirus se transmite en las situaciones de «barullo», que «encantan a los españoles», aunque también advierte de que se pueden producir brotes entre animales.
«El coronavirus no distingue, exactamente igual que muchos virus de la gripe, de un jefe de servicio o de un cerdo o un visón», ha apostillado.
También se ha pronunciado sobre los casos de reinfección por COVID-19 que se han detectado en los últimos días. Ortiz de Lejarazu ha incidido en que «son frecuentes» en los virus respiratorios y, pese a que estos se han manifestado a los cinco o seis meses, lo normal es que sean alrededor de un año.
El lado bueno de las reinfecciones, ha agregado, es que ayuda a consolidar la inmunidad de grupo, que se adquiere con el tiempo, ya que suelen ser «menos virulentas» que la primera vez que se padece la enfermedad.
Además, ha restado interés a la teoría, que él mismo ha reconocido que planteó en un principio, de que la COVID-19 se podría extinguir de manera biológica, porque «en todo caso sería dentro de mucho tiempo».
Por último, ha opinado que habrá varias vacunas frente a la COVID-19 y cada una tendrá su importancia, pero -ha advertido- eso no eximirá de que la sociedad tenga que seguir protegiéndose. «Llevará un tiempo estar moderadamente protegidos», ha incidido.
A.M.