En España, hasta el 9 de enero se han administrado 80.109.445 dosis de vacunas frente a la covid, de las que se han notificado 55.455 acontecimiento adversos y de ellos 11.048 fueron considerados graves, lo que supone 13,7 casos por cada 100.000 dosis inoculadas.
Según consta en el 12 informe de Farmacovigilancia sobre vacunas covid-19 de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), los acontecimientos adversos graves son los que requieren hospitalización, dan lugar a una discapacidad significativa o persistente o a una malformación congénita, pone en peligro la vida o resulta mortal. De esas 11.048 notificaciones de efectos adversos, 375 presentaron un desenlace mortal.
En el informe de actualización de la Aemps también se identifican trastornos relacionados con algunas vacunas. Así, la parestesia (trastorno de sensibilidad de tipo irritativo que puede darse en todo el cuerpo) parece una posible reacción adversa a la vacuna de Moderna mientras que la mielitis transversa (inflamación de la médula espinal) es una probable reacción adversa a los sueros de Astrazeneca y Janssen.
El informe constata que los efectos adversos notificados con más frecuencia son lo que se corresponden con fiebre o dolor en la zona de vacunación, trastornos del sistema nervioso (cefalea y mareos) y del sistema musculoesquelético.
No obstante, la Aemps aclara que los acontecimientos adversos que se notifican no significa que estén relacionados con la vacunación.
Las 80,1 millones de dosis administradas, desde el inicio de la vacunación y hasta el 9 de enero, corresponden a 40,2 millones de personas. El 68 % de las dosis correspondieron a Pfizer, el 18 % a Moderna, el 12 % a AstraZeneca y el 2 % a Janssen.
Del total de vacunados, el 51 % son mujeres. En cuanto a la distribución por edades, el 69 % están en la franja de 18 a 65 años, el 22 % son mayores de 65 años, el 6 % corresponde a menores con edades comprendidas entre los 12 y los 17 años, y el 3 % a menores de 12 años.
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