Por mucho que los lisboetas hayan convertido la cita en el mayor acontecimiento histórico de todos los tiempos, y vayan a hacer el negocio del siglo con la misma, la final de la Liga de Campeones entre Real y Atlético apenas va a captar la mitad de los espectadores que verán, por ejemplo, la final del próximo Campeonato del Mundo de fútbol que se disputará este verano en Brasil.
Los más de 200 países que podrán seguir la cita en la capital portuguesa se prevé que deparen una audiencia de más de 300 millones de espectadores, mientras que el encuentro en el que España se proclamó campeona ante Holanda fue seguida por unos 760 millones de espectadores.
Eso sí, el derbi madrileño sí podrá presumir de ser la final de la «Champions» más seguida hasta la fecha, registro que ostenta todavía la del año pasado entre el Bayern de Münich y el Borussia Dortmund, que tuvo una audiencia superior a los 150 millones de espectadores.
El fútbol, pese a todo, no lo es todo fuera de nuestras fronteras y ni la Liga de Campeones ni tan siquiera el Mundial pueden presumir de ser los eventos deportivos más vistos del planeta. Los Juegos Olímpicos siguen ganándoles en materia de audiencia el partido.
Lo más visto de la historia
Aunque en esto de las audiencias no se puede hablar de exactitud en las cifras, pues hay diversas varas de medir, en lo que coincide la mayoría es que el acontecimiento deportivo más visto hasta la fecha en todo el mundo ha sido la ceremonia de apertura de los JJ.OO de Pekín 2008, que reunió a 4.000 millones de personas delante del televisor.
Por detrás también se situarían las ceremonias de Atenas 2004 (3.000 millones) y Sidney 2000 (1.200 millones). Para encontrar en este particular ránking al fútbol habría que bajar un peldaño más, gracias a la final del Mundial 2002 en Corea y Japón, entre Brasil y Alemania, que atrajo a 1.100 millones de espectadores.
Rápida y sorprendentemente se situaría a continuación la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver 2010, que fue seguida por unos 850 millones de personas, casi 100 más que los 760 millones que vieron el triunfo de España ante Holanda en el Mundial de 2010 y los 715 millones que siguieron la final del Mundial 2006, entre Italia y Francia.
Dos torneos futboleros más, la Eurocopa y la propia Liga de Campeones, ocupan los puestos siguientes, demostrando la gran diferencia que hay entre torneos que competen sobre todo a un continente y aquellos que afectan a todo el mundo.
El célebre encuentro del gol de Torres en la final ante Alemania en 2008 fue seguido por 287 millones de personas, mientras que el éxito del Barcelona ante el Manchester United, en la campaña 2010/11 lo siguieron unos 206 millones de telespectadores.
El «top ten» lo cerraría la XLVI edición de la Super Bowl en 2012, entre los New England Patriots y los New York Giants, vista por 182 millones de personas, desmitificando esa teoría de que este torneo es el más visto del mundo.
A partir de ahí, sólo el Gran Premio de Fórmula de Bahrein de 2009 que ganó Jenson Button superó la barrera de los 100 millones de espectadores (115), aunque la final de los 100 metros lisos del Mundial de atletismo, con Bolt batiendo el record de la prueba, estuvo bastante cerca (95).
Los más rentables
Otra cosa muy distinta es la rentabilidad de las competiciones que han quedado reflejadas en esta información. En este sentido, si se valoran las ganancias del envento, el más rentable de todos es la Copa Mundial de Fútbol de la FIFA, en la que se estima que se ganan 103 millones de dólares diarios, por delante de los 176 millones de dólares al día que se obtienen con los Juegos Olímpicos. El orden se establece aquí por el hecho de que la primera competición dura el doble de días que la segunda, y por tanto al final se recauda más.
Y es que por mucho que prime el amateurismo en los Juegos, los patrocinadores y medios encargados de la difusión desembolsaron 2.7 billones de dólares para la última cita. Si fuera por un solo día, sí sería la Super Bowl la gran triunfadora, ya que se estima que las ganancias de esa jornada se aproximaron en su última cita a los 379 millones de dólares.
En esa competición, las ventas de gorras, camisetas y sacos con el logotipo del Súper Tazón se han duplicado desde hace seis años, recibiendo dos de cada cinco dólares que se gastan en el gran juego. Además, la NFL tuvo una cifra record de 2.6 millones de dólares por cada 30 segundos de tiempo de un spot publicitario.
También en Estados Unidos habría que encontrar a el cuarto evento más rentable, las finales de la NBA. En cada partido se estima que se ganan 47 millones de dólares. En el pasado año, la ABC cobró 359.000 dólares por 30 segundos de publicidad. Eso sí, esa cifra es un nueve por ciento inferior al que pagaba de media la NBC a finales de 1998, con Michael Jordan y sus Bulls en pleno apogeo.
A continuación figurarían los Juegos Olímpicos de Invierno, donde sólo con las entradas se recaudan más de 80 millones de dólares diarios (el record se alcanzó en los de Salt Lake City de 2002, con más de 100 millones diarios).
En sexta posición estaría la Serie Mundial de la MLB, de béisbol, con ganancias diarias de 56 millones de dólares, seguida por las 500 Millas de Daytona (unos 91 millones de dólares diarios), la NCAA Final Four (82 millones de dólares recauda al día el baloncesto universitario estadounidense, gracias a un negocio de 11 años y 6.2 billones de dólares con la CBS), el Derby de Kentucky (la carrera de purasangres más importante del mundo recauda 69 millones de dólares, 40 de ellos en entradas, que son más de tres veces lo que se llega a apostar el día de la carrera), y la Rose Bowl, la final del fútbol americano estadounidense (donde se ganan 88 millones de dólares).
En España
Mientras, en nuestro país sí sigue siendo el fútbol el deporte rey en la televisión, acaparando el 25% de todas las emisiones deportivas en abierto durante el año pasado, según el Barómetro TV KantarSport, en el que se han analizado todas las cadenas de televisión nacionales y autonómicas controladas por Kantar Media.
Este informe tiene en cuenta las horas de emisión ofrecidas por las cadenas, no la audiencia que consigue cada deporte. En total, el año pasado las cadenas emitieron 3.872 horas de fútbol, lo que lo convierte en el deporte que más espacio ocupó en las programaciones de las cadenas y «el gran reclamo para la audiencia», pese al actual reparto de derechos televisivos en la Liga BBVA que limita a un partido por jornada las emisiones en abierto.
Después del fútbol, en el ránking con más número de horas en televisión se sitúa el baloncesto, que acaparó alrededor del 15% de horas de emisiones deportivas en las cadenas, el tenis (13%), el ciclismo (7%), el automovilismo (6,6%), el balonmano (4,8%) y el motociclismo (3,9%). Al contrario, los deportes con menos espacio fueron el fútbol americano (0,03%), billar y esquí (0,09%), golf (0,11%).
Si sólo se tienen en cuenta cadenas de alcance nacional, el tenis fue el deporte más televisado, con 2.008 horas en 2013, superando al fútbol (1.404 horas) y al baloncesto (1.179 horas), gracias a la amplia cobertura en el canal temático Teledeporte. Restringiendo todavía más el foco a las cadenas nacionales generalistas, y por tanto excluyendo a canales temáticos como Teledeporte, el podio de deportes con más horas lo ocupan el fútbol, el automovilismo y el baloncesto.