A este paso no va a haber ni un solo colectivo en este país que no arremeta contra 'Aída'. Lo malo es que ahora las críticas le han llovido a la serie de allende de nuestras fronteras, y más concretamente desde China, donde no han gustado mucho algunos gags del último capítulo.
Lo que más ha molestado ha sido el letrero instalado en el interior del bar de Mauricio Colmenero, en el que se leía «prohibida la entrada a perros y chinos». Sobre todo porque en aquel país se suele recordar con frecuencia que un cartel en Shanghái prohibía la entrada a «chinos y perros» en un céntrico parque de la ciudad, lo que para el país simbolizaba las humillaciones sufridas en la era del colonialismo.
Para Chen Jianxin, líder de una asociación de hosteleros chinos radicados en España, «en cierto modo, humillar a los chinos se ha convertido en una manera de sobrevivir para medios locales que no tienen buena situación económica como Telecinco», según publicó el 'Diario de la Juventud en Pekín'.
Además, esta no es la primera vez que el pueblo chino se siente ofendido por un programa de la cadena española, ya que el pasado año la colaboradora de 'Sálvame' Aída Nízar fue rápidamente contestada en las redes sociales por afimar que en los restaurantes chinos de España se cocinaba en condiciones de total insalubridad. Con posterioridad, durante la gala especial de Navidad 'La noche en Paz', producida por José Luis Moreno, se bromeó con el hecho de que los chinos sirvieran carne de perro en sus restaurantes, entre otros tópicos. En aquella ocasión, incluso se presentó una queja de diplomáticos de la Embajada de China en Madrid,
El pasado domingo, Mauricio y otros vecinos del barrio Esperanza Sur intentan acabar con los planes de un personaje chino, Wang, quien amenaza con arruinar sus negocios al abrir un establecimiento. Al término del episodio, miembros de la comunidad china en España criticaron su contenido a través de Weibo (un equivalente chino a Twitter).
Hasta tal punto se propagaron las iras en el propio país asiático que el malestar ha llevado a la Embajada de España en China a publicar un comunicado en el que «lamenta profundamente el malestar causado en la comunidad china» y aclara que «las opiniones vertidas por el personaje de ficción que aparece en la serie no son representativas en absoluto del sentir de la sociedad española». Los chinos residentes en España son «valorados, respetados y queridos por su aportación a la comunidad», subraya el comunicado.