Hace cuatro años era una modelo cotizada que hacía con frecuencia spots publicitarios y pequeños papeles en series de TV. Hoy en día es una monja de la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, asociación católica con dos sedes en España. Es el caso de la gallega Olalla Oliveros, ahora Olalla del Sí de María, de 36 años años de edad, a la que parece le cambió la vida un viaje al santuario de Fátima.
Olalla Oliveros era un rostro conocido de la televisión tras protagonizar anuncios para marcas como Ford, Rover, ING Direct, Evax, Ausonia, Trinaranjus y Kellog´s, entre otras, y haber tenido papeles episódicos y secundarios en series tan populares como ‘El Comisario', ‘Escenas de matrimonio' y ‘La familia Mata'.
Ella ha reconocido a 'El Faro de Vigo' que «me cogían para papeles muy frívolos, muy vanidosos, de chica frívola . Y yo me decía, ¿cuándo me darán un papel de monja?, porque sentía en mi interior que de monja lo haría muy bien».
La hora de decidir dar tan drástico cambio dice que le llegó tras una visita al santuario de Fátima, en Portugal, como explicó, según el 'Daily Mail', al Registro Nacional Católico: «El señor nunca se equivoca. Me preguntó si le seguiría y no pude negarme».
El 1 de mayo de 2010, Olalla ingresó en semiclausura en Vilariño, Oia. La Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, que tiene el estatus canónico de Asociación pública de fieles y que incluye tanto a seglares como a personas consagradas, que viven en comunidad, como los miguelianos y miguelianas, las cuales, como ha hecho Olalla, realizan votos privados, como no casarse, obedecer y servir al prójimo.
En sentido jurídico y canónico no son monjas, aunque coloquialmente se les llame así por su hábito, y su origen está en la música. Su fundador, el vigués Miguel Rosendo da Silva, ha publicado discos de canciones católicas, algunas de estilo pop y rock.
En ellas participan religiosas con el llamativo hábito azul y amarillo de la Orden. La música y el teatro son dos de las maneras con las que esta asociación realiza su apostolado.
Por las mañanas, rezan; y por las tardes, prestan servicios como asistencia a enfermos, jóvenes y ancianos, y actos de caridad como colectas para el Banco de Alimentos.