No iban a coger un costipado, porque las temperaturas invitaban a ir ligeritos de ropa, pero tampoco se han hecho ricos con su primera experiencia televisiva. Los concursantes de 'Adán y Eva' han cobrado entre 300 y 1.000 euros por participar en el programa.
Lo malo no es que la cifra sea más bien escasa por poder ser grabados durante las 24 horas del día completamente desnudos y que las imágenes se vean en una cadena nacional como Cuatro sin ningún tipo de censura, sino porque a esa remuneración hay que quitarla hasta las retenciones legales.
Y no sólo eso, sino que con ese caché se cubren sus derechos de imagen, cedían a la productora la plena y exclusiva titularidad de los derechos de propiedad intelectual y cualesquiera otros derechos sobre el material gráfico y audiovisual, y cualquier tipo de explotación comercial y difusión o redifusión.
Por si con eso no bastara, los concursantes, que tenían que someterse a un reconocimiento médico previo, se comprometían a realizar todos los actos promocionales pertinentes sin percibir remuneración alguna y a tener exclusividad con la productora durante tres meses.
A partir de ese tiempo sí tendrán la opción de firmar un segundo contrato de representación artística por validez de tres años, que se podría renovar cada año, por el cual y como viene siendo habitual en estos casos, se quedarían con un 20% de todas y cada una de las ganancias obtenidas.
Es decir, que durante el plazo de tres meses no pueden participar o colaborar en ningún otro programa de televisión o radio, prensa escrita, internet…, y que si renuevan cobrarán algo más pero la productora podrá seguir vetando si lo desea sus intervenciones en otros programas.